jueves, 3 de noviembre de 2011

La idea metafórica - por Juan Martín

Tertulias tiene el placer de publicar este apasionado artículo de Juan Martín. ¡Qué lo gozéis!


“Todo efecto mágico contiene al menos una idea metafórica que se expresa
escénicamente, caracteriza la unidad en la que se va modulando, desarrollando y
acentuando a través de sus juegos". (Luis García. El Arte de las Cartas).


Así comienza la que para mí está siendo la página más importante que he leído
en un libro en toda mi vida mágica. Sí, así de contundente... por lo menos de momento
pues cada vez que releo el libro aparecen más claras, se "iluminan" otras ideas, se
aclaran otros conceptos, se abren otras puertas y destinos... porque así es para mí este
libro... otro viaje dentro del viaje al corazón de las esferas... éste quizás más lineal o no...


El caso es que esta idea metafórica también baja al lado oscuro y vuelve de
él transformada, ha de descender hasta el estereotipo vencerlo y volver con todo su
esplendor para despertar al espectador de su sueño racionalista... ¿No es esto magia? ¿No es
curioso que el mismo efecto se convierta por así decirlo en un ente daimónico? ¡Para mí
es maravilloso!


Después de haber visionado la Línea escénica "El combate de la luz y las
sombras", descubrí varias cosas que me gustaría apuntar. La primera es que la primera
vez que lo ves sientes algo que no se siente visionando nada, la sensación que otros
habían raspado, Luis García la desgarra con su daga que desgarra velos. La segunda
es que cargado con esta idea pensé mucho si enseñárselo a mi círculo de profanos
temiendo que no supieran paladear una cosa como ésta. ¡Qué equivocado estaba! El
resultado fue que todos los que durante un tiempo estaban alucinando conmigo y mis
compras "esotéricas", bolas de cristal,varitas extrañas, cofres, etc., ahora me daban la razón
y pedían que continuara ese camino que les acababa de mostrar en las manos de Luis
García.


Con esto descubrí lo que hacía tiempo que temía... El público quiere este
despertar, busca algo más cuando va a ver magia; como ya dije en algún sitio el engaño
está bien pero un ratito. En cambio la idea metafórica es inmensa.... inabarcable... y
quizá, inagotable, puesto como el mito se presenta con mil y una formas y regresa
siempre, la idea metafórica puede y debe hacer lo mismo y eso es lo que hoy en día me
devuelve la ilusión por la magia, ¡ver esa tierra virgen y descubrir lo que esconde es una
aventura que no me quiero perder!


Volviendo a la lucha contra el estereotipo, a esa bajada a los infiernos que debe
hacer la línea escénica nada mas empezar. Porque el escudo racionalista es más que
eso. Es una muralla de estereotipo, es algo que ya llega construido antes incluso de
que se sienten, antes incluso de que compren una entrada o te encuentren en alguna
esquina. El mago "engaña": darle al espectador esa dosis de engaño que por uno o
otro motivo tiene instalada en su mente como "modus operandi" de lo que un mago
debe darle, me parece una idea a desarrollar, es convencerle sin intentarlo de que el
engaño es fácil...¡vive en él! Y cuando el engaño empiece a cansarle ya estará en otra
fase, estará en un enlace preguntándose como ha llegado hasta allí. Cuando empieza
a darse cuenta del error, cuando entiende que esto es distinto, ya es tarde. Ya está
dentro del laberinto agarrado del cordel que nosotros le estamos dando donde al final
se encontrará con la idea metafórica y ésta iluminará su sueño racionalista de donde
volverá cambiado... ¡seguro!


Hace un tiempo hablando con un hombre databa en 3000 años la historia del
hombre "cívico". ¡Y lo aseguraba como aseguraba que la tierra giraba alrededor del
sol! ¡Qué potencia tiene el sistema racionalista! Y no hace tanto que está implantado. Es
curioso ver cómo los mismos que mueven ese sistema o por lo menos parte de sus
pilares fueron en otro tiempo magos: astrólogos, médicos, científicos, meteorólogos,
fueron en otros tiempos magos, de eso no hay duda. Quizá sea ésta, la batalla entre el
bien y el mal, la lucha contra el lado oscuro y quizá algunos de nosotros seamos los
magos que deberemos defender el bien, armados con la idea metafórica, con la flecha
cargada con la energía del intento. Quizá cuando seamos legión habrá tantos despertares
de conciencia que los ejércitos del lado oscuro no sean tan grandes en comparación
con una civilización cargada esta vez si de Alma, y como este camino tiene corazón
merece la pena ser recorrido, aunque nosotros quizá no veamos su final y sean otras
generaciones las que empiecen a recoger frutos. La cara que vi en esos espectadores, la
sensación y la discusión que luego se provocaba, la pregunta de ¿qué magia será esa que
nos libere? bien merece el esfuerzo de desaprender, de tirar la escalera, de sentirse en
medio del desierto sin saber hacia donde andar. Porque solo así la magia vuelve a su
sitio del que nunca debió salir porque quizá como en el cuento de la bella durmiente
también se durmió, junto con el fuego, el aire y todo lo demás y quizá sea coincidencia
que llegue la era de Acuario y resurja de su sueño este tipo de magia...


Así que caminemos sin miedo, el espectador está buscando esto, el mago está deseando
serlo y el mundo con su sistema pide a voces un arte que remueva, algo que esté fuera
del control del sistema racionalista ...



Juan Martín, 30/10/11