Anteriormente había tratado el absurdo en su relación a los aspectos presentacionales de la magia. En esta ocasión pretendo continuar analizando superficialmente la coherencia respecto de la parte más estructural o metodológica, el esqueleto de acciones y movimientos que acompañan al efecto y la presentación.
Recupero el análisis de la presentación para intentar establecer una metáfora comparativa respecto de la estructura. Podemos entender la presentación como una pista de carreras ovalada. El espectador la recorre de lado a lado y se queda con una imagen general, con lo que para que funcione, tiene que hacer que coincidan el punto de inicio y el punto final. Tiene que existir la coherencia global de la que había hablado en el artículo anterior.