martes, 28 de diciembre de 2010

Tensores ficcionales inherentes al mago y a los espectadores - por Mariano Vílchez

Continúo en este artículo el esbozo del concepto de tensor ficcional. Recuerdo al lector que dicho concepto emana fundamentalmente del estudio de la teoría ficcional de Gabriel Pareras (junto con la maduración de ideas de otros autores citados en el primer artículo) y es fruto de mi propia comprensión e interpretación de dicha teoría, teoría que ha marcado definitivamente tanto mi forma de ver la magia como de hacerla.


En primer lugar defino mi interpretación de lo que es para mí la ficción, interpretación que quizá sea parcial y errónea pero que yo percibo como evidente tras mucho tiempo de darle vueltas al asunto.

Para mí la ficción es toda idea, leitmotiv, causa ficticia imaginaria que le ofrecemos al espectador al principio del juego (o incluso antes) para seducirlo, de modo que ya no pueda considerar el efecto sino bajo la luz de dicha idea.

En realidad la ficción es un sello, una distorsión cognitiva ineludible que obliga a interpretar el efecto bajo su influencia, dándole al efecto una nueva dimensión onírica, poética, pseudocientífica o incluso metafórica(1), convirtiéndolo así, según la terminología de su autor, en fenómeno.

He aquí una imagen que quizá ayude al lector a comprender mejor el concepto.

Imaginemos una cama elástica sobre la que coloco distintos objetos (un bolígrafo, una naranja, un libro y un zapato, por ejemplo).

Éstos forman una configuración específica según su posición sobre el colchón, pudiendo dar lugar a una interpretación (a lo mejor el bolígrafo apunta al libro, el cual tiene un zapato dibujado similar al que se encuentra en la cama elástica y una naranja está apoyada en el zapato).

Al espectador que contemple la disposición de los objetos sobre el colchón le corresponde ahora darle una interpretación a dicha composición.

Sin embargo, si antes de colocar los objetos sobre la cama elástica, coloco en el centro de la misma una gran bola de plomo, la cama elástica se tensará y creará un espacio curvo alrededor de la bola, de modo que cuando coloque los objetos, éstos tenderán a moverse hacia ella por la depresión creada a su alrededor, cambiando así la posición de los objetos y, con ella, la configuración e interpretación general de la composición.

Así funciona de alguna manera la ficción en nuestro proceso cerebral. Es como una gran bola de ploma que se deja caer al principio del juego sobre la “cama elástica” de nuestra mente. La bola ficcional ha tensado el colchón moviendo hacia ella todo lo que coloquemos a su alrededor, de modo que su presencia influirá decisivamente en cómo interpretaremos los hechos que presenciemos a continuación (las fases del juego y sus efectos).

Una ficción eficaz, bien comunicada y potenciada con los tensores adecuados ocupará la mayor parte de la energía mental del espectador, quedándole éste poca energía para plantearse el aspecto racional y lógico del juego, con sus aparejados conceptos de truco y trampa.




Ahora recordaré una vez más la definición de tensor ficcional.

Un tensor ficcional es cualquier factor que ensalce y potencie la ficción planteada en el juego y ello de dos maneras fundamentalmente:

1. De modo directo, ayudando a sugerir e insinuar la ficción.

2. De modo indirecto, colaborando a crear la atmósfera mágica, aspecto clave para cualquier tipo de enfoque mágico y, por ende, el ficcional.



Hemos visto en un artículo anterior los tensores ficcionales inherentes al juego. Recordémoslos brevemente.


La ficción presentacional del juego

El marco ficcional

Los juegos de ficción visualizable

El objeto ficcional

El gancho inicial del juego

El nombre del juego

El ritual del juego

El uso del silencio y la economía de palabras.

Uso de frases que presupongan la ficción.

El gesto mágico ficcional(2)


Ahora vamos a tratar algunos tensores ficcionales inherentes al mago y a los espectadores. Los vamos a desarrollar dentro de los tres apartados siguientes.

La fuerza de la figura del mago

El gancho inicial relativo a la persona del mago

El espectador y su singularidad




Veamos ahora uno por uno cada apartado.


La figura del mago y su fuerza

La figura del mago, su fuerza y su reputación, es un tensor clave, ya que predispone de inmediato al espectador a dejarse llevar por los posibles “milagros” y a entrar, en el mejor de los casos, en modo ficcional.

Esto es especialmente cierto en la rama del mentalismo, donde la ficción radica en la supuesta capacidad o poderes del mago mentalista para realizar sus proezas y en los mecanismos y procedimientos psicológicos de los que se vale para conseguir tal fin.

Esta ficción puede llegar as ser en algunos casos verosímil, puesto que muchos espectadores llegan a planteársela como cierta.

Pongamos el ejemplo de Anthony Blake.

He estado en varios espectáculos suyos. He hablado con profanos antes y después del espectáculo. Incluso he escuchado a hurtadillas los comentarios que algunos han hecho tras la gala. La mayoría cree en los poderes reales de Blake o al menos en su capacidad para sugestionar, sobre todo el público femenino (sexo más propenso a creer en la intuición y en otros tipos de poderes psíquicos).

La reputación de Blake, su fuerte personalidad y presencia escénica le configuran una poderosa metaficción(3) como mago.

Como ejemplo opuesto, tenemos al mago neófito que empieza y prueba sus primeros juegos con amigos y familiares. Es una dura batalla porque ningún conocido o familiar lo percibe como mago, sólo como alguien que intenta inmiscuirse en un terreno que no es el suyo. Todos van a pillarle los juegos y muestran poca admiración por sus efectos. Le dicen: “Vamos Pepito, que nos conocemos, tú no eres magos, eso es un truco.”

Recuerdo a Roberto, un amigo al que inicié en la magia que presenció como le hacía un juego a los compañeros de trabajo y estaba desconcertado. Resulta que él mismo les había hecho ese juego el día anterior y no le habían hecho apenas caso. Se habían limitado a intentar analizarlo y despreciarlo.

Al hacerlo yo, sin embargo, hubo mucha reacción y no porque yo lo hiciera mucho mejor, sino que por entonces yo ya tenía fama de mago y como tal me vieron. No hubo análisis porque no se cuestionaban mi rol.

Yo era mago y el propio Roberto me había vendido como mago “bueno”. Todos esperaban buena magia y por eso se cumplieron sus expectativas.

Algo así me sucede personalmente cuando presencio la magia de algunos magos como Gea o Daortiz.

Estoy predispuesto a alucinar y a menudo flipo en colores mientras los veo actuar. Tengo un gran concepto de ellos y cierta expectativa al enfrentarme a su magia, la cual me ayuda a dejarme llevar y seducir con más facilidad, a pesar de mi condición de mago.

Volviendo a Blake y a nuestro mago neófito. Imaginemos esta situación. El mago saca una carta de dorso (imaginemos un tres de picas) de la baraja sin revelarla porque va a hacer un juego con el que usará dicha carta para, en un supuesto juego imaginario, encontrar otra carta que nombre el espectador libremente.

Supongamos que el espectador nombra precisamente la carta de dorso, el tres de picas. ¡Qué suerte! Tenemos un milagro si lo aprovechamos y fingimos que esa era la intención inicial del juego. ¿Pero que pasaría realmente si el juego lo hiciera Blake… o el neófito?

Si lo hiciera Blake, nadie cuestionaría el efecto como primera intención. Su carisma y reputación justificarían el milagro. Nadie pensaría en casualidad sino en causalidad.

Pero… ¿Y si lo hiciera el neófito?

Puede que no le dieran importancia, puede que lo achacaran a suerte, a pura casualidad (a lo mejor también debido a su inexperiencia a la hora de vender el efecto como tal).

Puede que él mismo negara el efecto y no aprovechara la oportunidad que se le brinda de regalar un milagro a los espectadores.

Entonces aquí cabría la siguiente pregunta. Si es tan clave esta fuerza de la figura del mago para que funcionen ficciones y magia en general, ¿qué se puede hacer para potenciarla?

Esta pregunta es muy relevante y compleja de contestar. Ahí van algunas ideas a modo de intento.


1. En primer lugar, está claro que una actuación memorable o un efecto potente en el momento adecuado pueden llegar a ser muy provechosos. Los mentalistas, por ejemplo, nos dan una lección cuando realizan sus efectos publicitarios.

El hecho de que Blake o Talman adivinen la lotería y salgan en los medios no sólo beneficia su tirón comercial, sino que predispone favorablemente a los espectadores que van a sus espectáculos, esperando asistir a demostraciones mentales increíbles que estén a la altura de tal hazaña y llegando, en muchos casos, a creer en ellas(4).

Algunos magos y mentalistas como Kenton Knepper sugieren crear estos golpes de efecto en la vida cotidiana antes o después de las actuaciones, siendo conscientes de que un potencial espectador puede atestiguar la gesta lograda y recibir, de paso, alguna tarjeta de visita.

Kenton cuenta que en ciertos lugares donde hay más de un ascensor, intenta advinar qué ascensor bajará primero. Para ello dice que escucha atentamente y que, en muchos casos ciertos sonidos, con la práctica, le dan la clave.

Una vez determinado la puerta del ascensor correspondiente se coloca delante de la misma haciendo un gesto a los presentes como que ya lo ha anticipado. Si acierta, los testigos alucinan con la predicción. Luego, ya dentro del ascensor, puede sacar el tema de su profesión y repartir alguna que otra tarjeta.


2. Es obvio que es clave cuidar nuestra magia, elegir los mejores efectos que tenemos, los que más impactan y tenerlos muy pulidos, ensayándolos y dándole vueltas aunque creamos que los tenemos dominados.

También conviene ser selectivos a la de elegir el momento de actuar. Creo que conviene hacerse de rogar un poco cuando nos piden que hagamos algo, de modo que se cree cierta expectativa y que la magia no se perciba como algo trivial.

Es mejor quedar bien con un efecto, que regular con dos. La primera opción deja con ganas de más y mejora un poquito nuestra reputación que es de lo que se trata precisamente en este apartado de la fuerza de la figura del mago como tensor ficcional.

Obviamente, al principio, cuando somos neófitos, no podemos limitarnos y tenemos que experimentar y probar todos los juegos posibles con todo tipo de personas y en distintos contextos, de modo que con el tiempo iremos afinando y seleccionando el material, estilo y actitud que más nos convienen y que más impactan en los espectadores que, al contar su experiencia mágica a otros, le irán dando fuerza a nuestra figura como magos.


3. Aunque parezca superficial (y lo es), para algunos espectadores la imagen estética es clave para determinar el nivel del mago a nivel consciente e inconsciente.

La ropa que llevamos, nuestro móvil, coche y otros aspectos de nuestra imagen son reveladores de un status que presuponen un alto nivel de actuaciones y un cierto éxito que se suele asociar a nuestra calidad como magos.

Lo mismo sucede con salir en televisión. Esto no quiere decir que la mejor imagen a este nivel vaya necesariamente pareja a una mayor calidad mágica. Sin embargo, en muchos casos, la verdad es que mucha gente sí suele percibirlo así y hay que tener en cuenta dicho factor.


4. El llamado efecto cometa de Tamariz apunta también a nuestro propósito. Es más grande la estela del cometa que el propio punto del mismo y así sucede con nuestras actuaciones.

En una conferencia, Tamariz habla de cómo le había impresionado conocer a Jimmy Grippo.

Cuenta Tamariz que Jimmy antes de actuar y charlando con los espectadores contaba anécdotas de su vida que lo engrandecían personalmente en terrenos ajenos a la magia. También cuenta que, después de la actuación, hablaba de su magia, contaba los efectos que había realizado en otras ocasiones, efectos mayores y en condiciones mucho más difíciles.

El recuerdo de los efectos de la actuación se confundía con el de los efectos narrados, de modo que al final cuando le contabas a alguien la actuación, perfectamente podías llegar a contarle algo que no viste, sino que el propio mago te contó, recordando incluso con el tiempo haberlo visto, de modo que se iba alimentando la leyenda del mago.

5. A la hora de presentar del mago (sobre todo si es poco o nada conocido), es conveniente que el presentador ensalce la calidad del mago e incluso revele alguna anécdota que exprese cómo le ha impresionado en el pasado dicho mago, de modo que el público se predisponga a asistir a un espectáculo de alta calidad mágica para luego disfrutar, dejarse llevar y experimentar la magia en su estado más puro.


6. En contextos adecuados (bares o pubs) es posible “calentar” y ganarse la predisposición de los espectadores antes de salir al escenario paseándose por el local realizando aquí y allá uno o dos efectos fuertes que impacten en ellos y anunciando que va a tener lugar una actuación de escenario. Con ello se consigue dos cosas:

a. Que los espectadores atiendan a la actuación, con lo que se favorece más la atención y el silencio del público.

b. Que, de nuevo, estén más predispuestos y “tensados” por la figura del mago que acaba de romperle los esquemas con el efecto de cerca.



El gancho inicial relativo a la persona del mago

Lo mismo que estudiamos en gancho inicial relativo al juego en el artículo sobre los tensores inherentes al juego, aquí también cabe un gancho inicial relativo al mago.

Es una primera frase en la que el mago se revela, muestra alguna singularidad suya y sirve para atrapar a los espectadores, sobre todo si el juego que sigue guarda relación con esa singularidad.

Por ejemplo a la hora de hacer el triunfo, me gusta hablar de uno de mis defectos más característicos, el de ser desordenado:

“Tengo fama entre mis amigos de ser muy desordenado…”

A partir de ahí inicio la presentación del efecto del triunfo, donde un caos de cartas cara arriba y cara abajo se convierte en orden, al colocarse todas de dorso.

El juego impacta sobre todo en la gente que me conoce porque habla de mí. Me conocen y saben de sobra lo desordenado que soy y tiene cierta fuerza que el efecto remedie mágicamente una de mis deficiencias.

Un ejemplo de Eugene Burger:

“Hay gente que me pregunta si me guardo cosas en la barba… ¡Y es cierto!”

A continuación se saca un cigarrillo de la barba.

Este tipo de gancho lo mismo que el que se estudia a continuación permite, además, que se establezca la conexión entre el mago y los espectadores porque para que se dé tal conexión, primero han de revelarse de algún modo las dos realidades conectadas, la del mago en su autenticidad y la del espectador.


El espectador y su singularidad

La singularidad del espectador se puede manifestar en distintos aspectos, todos ellos potenciables como tensores ficcionales. Desarrollemos algunos de ellos.

1. Gancho inicial relativo al espectador.

Ya hemos visto el gancho inicial relativo al juego en un artículo anterior y acabamos de ver el gancho inicial relativo al mago. El gancho que ahora nos ocupa es similar al del mago, pero se apoya en alguna peculiaridad o característica del espectador.

Por ejemplo, al hacer mesas en banquetes, uno de los juegos fijo que realizo es la carta ambiciosa, un efecto vertical (que no requiere mesa y es por tanto visualizable por todos los espectadores), claro (por las incesantes repeticiones) e impactante (por la desafiante imposibilidad de que una carta firmada suba al lomo de la baraja una y otra vez).

Pero es que además es un juego personal, ya que se singulariza con la firma del espectador en la carta. En este el juego, el gancho o frase inicial que utilizo es…

“Para este juego, necesito a alguien con carácter, que no le guste que le pisen, alguien que si lo buscan, lo encuentran…”

Al decir esto, indefectiblemente la mayor parte de los comensales de la mesa señalan a una persona. Lo interesante es que dicha persona, por ser precisamente una persona de carácter, suele acatar este enjuiciamiento, prestándose al juego.

Por otro lado, con esta simple introducción, los comensales de la mesa se revelan: los que señalan, los que se abstienen de hablar, los tímidos, los guasones, etc. Todo ello estos datos facilitan una interacción y conexión eficaz con la mesa (siempre que ahora también nosotros nos revelemos de forma auténtica).

Lo mismo sucede si preguntamos por el más ligón, el más cachondo (en el sentido de burlón y divertido), o el que se considera más potente sexualmente. La única precaución es la de preguntar siempre por cualidades propias de personas extravertidas, porque a estas personas seguramente no les importará manifestarse, evitando así incomodar personas más tímidas o cortadas.

Volviendo a nuestra ambiciosa, una vez que la persona de carácter firma la carta, toda la rutina adquiere una fuerza especial: por más que se quiere pisar a esa persona introduciéndola en la baraja, siempre emerge. De hecho, puede ser divertido que los propios compañeros (incluso alguno que no tenga muy buena relación con el protagonista) pierdan la carta en el mazo y en sus propias manos suba la firmada.

Cada gancho de este tipo va en consonancia con el efecto elegido. Por ello es interesante preguntarse en cada juego, a qué tipo de espectador le puede impactar más y, si es posible, identificarlo en la mesa o en la reunión para hacérselo a él.

Si queremos, por ejemplo, hacer el juego en el que el espectador corta los ases, el gancho sería preguntar por alguien que juegue al póker (lo que además contribuirá a que el impacto en este espectador sea mayor y se transmita a la mesa). Si vamos a hacer el fuera de este mundo, podemos pedir la colaboración de alguna chica intuitiva.


2. Adivinar datos personales

La adivinación de datos personal es un tensor ficcional muy potente, ya que apela a lo más íntimo del espectador, que queda trastornado ante la capacidad del mago de entrar en su mente, predisponiéndolo a asumir la magia y ficción que se avecinan. Este tensor está pues también vinculado a la fuerza de la figura del mago.

Entre los datos que se pueden adivinar está el nombre, el horóscopo o algún rasgo de la personalidad o de la vida personal del espectador. Pero no hace complicarse mucho la vida, el mero sonido de nuestro nombre de la boca de un extraño crea suficiente impacto como para descolocarnos como espectadores.

Las técnicas para recoger estas informaciones se catalogan en lectura caliente o lectura en frío.

La lectura en caliente consiste en averiguar los datos en momentos anteriores a la actuación. Algún amigo común o alguien de la mesa vecina pueden facilitarnos nombres e incluso algún horóscopo o fecha de cumpleaños.

Por otro lado, existe la lectura en frío, que consta de una serie de técnicas que nos permiten adivinar (o dar la sensación de que adivinamos) tales datos sin información previa porque las sonsacamos a los espectadores por varios procedimientos lingüísticos mientras vamos diciendo generalidades y frases comodines a los espectadores, al tiempo que vamos observando su respuesta verbal y no verbal.

Hay mucha literatura sobre el tema, aunque me gustaría comentar aquí una sutileza que a veces uso y que (creo) saqué de un texto de Kenton Knepper. Esta sutileza permite abordar una mesa y sonsacar algún nombre sin que los espectadores lleguen a ser demasiado conscientes de ello, llegando incluso a olvidarlo al poco rato de la actuación.

La argucia consiste en no preguntar abiertamente los nombres de los comensales, sino en presentarse personalmente diciendo algo así como “Hola, soy Mariano…” y a continuación tender la mano acercando la cabeza y girándola ligeramente como tendiendo el oído y mientras esperamos una respuesta que, por cortesía y convención, nos irán dando cada uno de los espectadores de la mesa. Si recurrimos a esta sutil técnica, tras un cierto paréntesis de olvido (de un efecto o dos), podremos recurrir a alguno de los nombres en forma de predicción o de adivinación, siendo muy probable que el espectador alucine al no recordar que nos dio tal dato.


3. Apelar a frustraciones y deseos comunes.

Obviamente, si en la presentación o incluso en la ficción apelamos a frustraciones o deseos comunes de las personas, éstas se pueden implicar en nuestros juegos con más facilidad. A veces tales conceptos pueden incluso inspirar la génesis de un efecto sólo para ilustrar o satisfacer la idea.

Estos deseos no tienen el porqué ser especialmente trascendentes, sino que puede tratarse de pequeños asuntos cotidianos con los que nos enfrentamos cada día.

Un ejemplo sencillo de John Guastaferro. ¿Quién no ha estado preocupado por su equipaje tras la llegada de un vuelo cuando la cinta transportadora lleva un rato girando y éste no aparece? Porque entonces no crear un efecto de carta perdida y encontrada con esta idea. Es muy probable que conecte con los espectadores, sobretodo si han tenido este problema alguna vez. A modo de ejemplo, ahí van algunos posibles temas.

La chica o el chico que nos gusta y que nos hace caso.
La falta de dinero.
Los conflictos de pareja.
La monotonía en la pareja.
La carencia de sexo.
La lucha contra el sobrepeso.
El jefe pelma.
Los conflictos familiares en navidad.
Y un largo etcétera.


4. Efectos de compatibilidad de pareja

Los efectos y rituales de compatibilidad de pareja son muy poderosos como tensores en sí mismos, ya que apelan a la singularidad de la propia pareja y van parejos a las emociones que suscita la relación (tanto si va bien, como si va a la deriva).

Eso sí, los efectos tienen que ser buenos y coherentes con el propósito citado, con un ritual bien configurado que tenga cierta verosimilitud a la hora de transmitir el grado de interconexión de la pareja.

Ahí van algunos ejemplos de juegos de este tipo.

La espectador elige y pierde una carta y su pareja la encuentra o viceversa.

Tras varios cambios y mezclas por parte de los dos miembros de la pareja, sus cartas ESP coinciden en la ordenación.

Un espectador elige una carta y su pareja encuentra mágicamente las otras tres del mismo valor.

Una goma representando al chico y otra representado a la chica se enlazan mágicamente tras un ritual previo.

Un anillo de compromiso o matrimonio introducido en un candado que sólo se abre con una clave numérica vinculado a un año muy especial para la pareja.

Dos cartas firmadas por cada miembro de la pareja se fusionan en una de doble cara (Anniversary Waltz).

Una carta sube dentro de un estuche sostenido por el novio justamente cuando la novia lo besa (divertida metáfora sobre el subidón libidinoso).

Un anillo desaparece y reaparece en un “romántico” lugar.

Para terminar, no siempre ha de tratarse de una pareja sexual o amorosa, podría tratarse de amigos con un gran vínculo, de un jefe y un subalterno, de una madre y una hija, o de suegra y yerno, con las connotaciones de humor que pueden derivarse de tales relaciones.


4. El poder del espectador.

Esta es una opción muy interesante en la magia: hacer que el propio espectador sienta que posee alguna cualidad o “poder” especial al capacitarlo para realizar algún efecto. Para ello, el mago crea un contexto adecuado o incluso un ritual donde el espectador podrá lograr ese fenómeno mágico.

A veces incluso el ritual podrá consistir en un traspaso de poderes.

Muchas veces juego con esa posibilidad. A menudo realizo la siguiente secuencia cuando me dan una baraja prestada en situación impromptu.

Pregunto si la baraja está completa al tiempo que voy culleando los ases, llevándolos a la posición superior. A continuación, tras una falsa mezcla, produzco uno a uno y en orden los cuatro ases.

Esto es muy impactante para profanos ya que usar una baraja prestada siempre es un factor que potencia el impacto mágico. Además hemos ordenado la baraja en un momento bajo de atención donde estamos considerando la posibilidad de realizar un juego si la baraja está completa (una idea expuesta por Pit Hartling en sus Cartoficciones).

Una vez encontrados los cuatro ases, los coloco sobresalientes en distintas partas de la baraja de carta y hago algún tipo de control múltiple, llevándolos de nuevo en posición superior.

A continuación le digo al espectador que el también tiene la capacidad de encontrarlos. Le pido que ponga las manos palma arriba y coloco las mías sobre las suyas en un especie de ritual de transmisión. Le hago repetir tres veces la frase “Puedo encontrar los ases por mí mismo.”

Ahora corta la baraja y le hago algún efecto tipo El espectador corta los ases. El impacto está garantizado. La rutina continúa del siguiente modo. Pierdo los ases en la baraja y con un gesto mágico los hago subir al lomo. Luego hago que el propio espectador los vuelva a perder y que el mismo los haga subir.

Otro ejemplo puede ser el aprovechar, como ya se citó anteriormente, a algún espectador que se crea intuitivo y someterlo a un ritual semejante a este antes de hacerle, por ejemplo el Fuera de esta mundo.

Este enfoque de la magia donde somos catalizadores de una situación o contexto especial y mágico para que el propio espectado realice la magia me parece muy poderoso. Además, los juegos que se prestan a este planteamiento suelen tener métodos muy buenos donde el mago apenas toca, con lo que el análisis del juego por parte del profano se hace muy difícil, dándole lugar a un potente recuerdo de imposibilidad mágica y vínculo personal (“¡Es que lo hice yo todo, él ni siquiera tocó!”)


5. Curación de problemas psicológicos y ¿fisicos? (y solución de problemas personales).

Este último apartado no está exento de polémica y puede crear reserva en muchos magos amigos que lean este artículo.

¿Es lícito utilizar nuestro carisma de magos para pretender de algún modo curar o solucionar algún problema personal intrínseco al espectador?

Alguna vez en las reuniones de las Tertulias ha surgido el tema y Luis Arza ha contado la anécdota de cómo una vez, al finalizar una actuación, una espectadora impactada por su magia le había pedido que le impusiera la mano para aliviar un dolor de cabeza.

Luis cuenta que lo hizo porque, siendo el dolor de cabeza un mal liviano, aparte de no hacerle ningún daño a la espectadora, era muy probable que, bajo la sugestión de figura autoritaria del mago (al que el imaginario de la espectadora le confiere cierto poder tras asistir a sus “milagros” mágicos), su dolor de cabeza se aliviara o desapareciera como si de un placebo se tratase (como de hecho así fue).

Lógicamente aquí la figura del mago ilusionista rebasa cierta frontera y se solapa con otro concepto distinto, más global tal vez, de lo que se entiende con el término de mago. Como dice Luis, si esa persona te ve como mago de verdad y le puedes ayudar a aliviar un problemilla tipo dolor de cabeza, ¿por qué no vas a hacerlo?

El caso es que este desempeño excede en principio el campo de lo que se entiende por mago ilusionista y puede suscitar algún debate interesante no exento de controversia.

Luke Jermay tiene un efecto donde pretende curar una fobia. Para ello, en un papel (flash) la persona escribe la fobia que tiene. Luego, tras un ritual con una vela, el papel arde en un fogonazo, quedándole al mago el papel en blanco (en realidad un segundo papel) donde la palabra que expresa la fobia ha desaparecido.

Luke asegura que, a parte de que el efecto impacte en sí, a veces se puede producir el alivio o la curación de la fobia.

Aparte del efecto placebo como en caso antes señalado, aquí también entra en juego la fuerza que el propio ritual puede ejercer en la psique del espectador.

De hecho, la fuerza de muchos rituales de magia blanca radica en que son una expresión metafórica de elementos que tienen un significado profundo en la mente, por lo que ejercen una influencia psicológica decisiva en el sujeto, pudiendo obrar cambios importantes (amén de la posible causa metafísica en la que se puede creer o no). Como Luke dice, el espectador ha disfrutado del efecto. Si además de que el espectador y el público hayan disfrutado del efecto, su mal se alivia, ¡estupendo!

¿Por qué no permitir que el espectador se beneficie del efecto aparte de gozarlo?

¿Acaso no ocurre a veces que la lectura de un libro o la visión de alguna película no solo nos deleitan, sino que además pueden cambiar nuestra forma de pensar y nuestra visión de la vida?

¿Acaso la visión de una buena comedia no puede estimular la producción de endorfinas contribuyendo a nuestra salud y bienestar?

¿Es realmente poco ético que el espectador sienta que se ha comunicado con un fallecido a través de unas pizarras espiritistas y se sienta mejor por ello (a lo mejor por haberse reconciliado con una persona de la que no pudo despedirse)?

¿Está de más que, a parte de la diversión y emoción propia del espectáculo, este espectador pueda llegar a sentirse mejor?



Notas al pie

(1) Entiendo como metafórica el hecho de que el efecto o fenómeno en este caso revele alguna verdad psicológica o metafísica del ser humano o de la vida en general. Dicha verdad puede interpretarse con una segunda lectura del efecto o constituir abiertamente el leitmotiv o ficción del efecto.


(2) Este concepto que en un principio se iba a desarrollar aquí, al final se incluirá en el artículo previo en una revisión del mismo. El lector interesado podrá en breve consultar este punto remitiéndose a dicho artículo (tensor ficcional 2ª parte, tensores inherentes al juego).


(3) Entiendo como metaficción la ficción suprema del mago como ser con poderes. Estos poderes atribuidos por la imaginación del espectador pueden consistir en conocimientos y manejos secretos de los que se vale para sugestionar y crear ilusiones en las personas que presencian su magia.

Este concepto está relacionado con la vía mágica tamariciana y merecería un artículo aparte. Sin esta metaficción de la figura del mago, no es posible comunicar ni ficción ni magia alguna.

Pondré un conocido ejemplo. Supongamos el juego de Ricardo Rodríguez de la bolita de papel que flota en el humo del cigarrillo.

La exquisita ficción del humo que sostiene al cigarrillo es muy seductora para el espectador. Sin embargo, dicho espectador sabe que a él lo saldría este milagro, es consciente de que sucede por la presencia e influencia del mago.

La figura del mago es clave en la magia y debe cuidarse sobremanera. En otros artículos se ahondará al respecto.


(4) Esta verosimilitud que tiene el mentalismo es en parte debida a lo inmensamente seductora que es para el profano esta ficticia capacidad ficcional de la mente humana y por el desconocimiento de los límites reales de las ciencias psicológicas. En general, todas las personas valoran su mente y sienten que la infrautilizan.



En un próximo artículo se tratarán los Tensores Ficciones inherentes al Contexto.

martes, 21 de diciembre de 2010

La vuelta - por Luis Arza

El segundo video extraido de la actuacion de Luis Arza en el C.M.G.

Pasen y vean

lunes, 13 de diciembre de 2010

La decisión de hacer Magia II - por Luis García


LA DECISIÓN DE HACER MAGIA II
6. LA EXPERIENCIA MÁGICA
Una vez que se produce, la intensidad y alcance de la experiencia mágica es impredecible: puede alterarnos radicalmente la vida o bien olvidarse en poco tiempo.
La experiencia mágica irrumpe en el instante en que el espectador admite la posibilidad de “lo Mágico”. La descripción racional que pudiera tener acerca de la magia queda anulada por la propia experiencia. Ha salido, siquiera un instante fuera de sus límites.

jueves, 9 de diciembre de 2010

La decisión de hacer Magia I - por Luis García


LA DECISIÓN DE HACER MAGIA I
La redacción de este artículo es del año 79, en el entorno temporal en que nacía el Rito de Iniciación. La totalidad de su contenido podría firmarse a día de hoy, Noviembre 2010. Tenía un encabezamiento de Bob Dylan:
Pero el mago es más rápido
y su juego más espeso que la sangre
y más negro que la tinta
y no hay tiempo para pensar.
Entonces era un revolucionario. Ahora se ha convertido en un millonario más, perfectamente integrado en el sistema que antes denunciaba. Es lo único de este artículo que se ha quedado anticuado.

viernes, 3 de diciembre de 2010

El poso Mágico - por Luis Arza

Un video extraido de una actuación (Magnifica por cierto...) de Luis Arza para el Circulo Mágico Granadino.

disfrutenlo!!

domingo, 21 de noviembre de 2010

La Magia de Luis García





"...El culebreo, más que una técnica, una extensión de cartas o un contaje, representa una concepción profunda y refinada del arte de la baraja cuyo espíritu inunda todas las técnicas que somos capaces de ejecutar o de imaginar..."

Por primera vez, Luis García, el maestro y emblemático mago que tanto ha influenciado en la historia de la cartomagia española (es el primer mago homenajeado en la Antología de la Cartomagia Española de nuestro amigo el gran Miguel Gómez), nos ofrece un trabajo en formato dvd.

Arturo de Ascanio decía de él que era el mejor que había visto con el culebreo. Juan Tamariz decía que era un adelantado a su tiempo, que dentro de veinte años se le seguiría y se le estudiaría, y de eso hace veinte años...

En esta grabación, Luis García nos expone su concepción técnica y filosófica sobre el manejo artístico de las cartas. Basándose en el análisis de la matriz estructural de una técnica, nos da las herramientas para variar y diseñar cualquier técnica y adecuarla a nuestras necesidades estructurales y mágicas.

Ascanio creó e inició una técnica que conllevó toda una filosofía y concepto en el manejo artístico de las cartas: El Culebreo.
Más que una técnica, es todo un género conceptual convertido en medio de expresión mágico. Luis ha adaptado esto a su medio mágico personal y lo desarrolla hasta límites insospechados, siendo uno de los primeros en España que desarrolló y ha seguido desarrolando este concepto y fruto de esa concepción son gran parte de los manejos utilizados hoy día.

Reservados, estudiados y desarrollados desde los inicios de la Escuela Mágica de Madrid, hasta hoy, se nos presentan estos estudios depurados y estructurados en forma de grabación de vídeo. Grabado en un ambiente rústico y auténtico, manteniendo el "espíritu de La Peza"...

Pasa así este trabajo a formar parte de la "nube de información" a la que poder acudir y para que pase a ser parte del conocimiento mágico global, para incentivar el estudio de este o cualquier manejo técnico.

Con vista a la publicación de próximos trabajos, se crea así un nuevo método de divulgación mágica pues el conociemiento "técnico conceptual" necesario y desconocido hasta ese momento, ya se encuentra disponible para su estudio y poder después centrarnos directamente en lo esencial, teniendo el repertorio técnico ya disponible para recurrir a él.

Además, este trabajo es de libre divulgación en la comunidad mágica, disponible para todo artista en magia interesado en el arte de las cartas...

Sólo tienes que descargar todas las partes en los siguientes enlaces. Graba después el contenido directamente en un dvd y obtendrás así un dvd listo para reproducir en cualquier reproductor:

PARTE 1
PARTE 2
PARTE 3
PARTE 4
PARTE 5
CARATULA



(Para los neófitos en el culebreo y en las secuencias culebreantes, se recomienda su previo estudio en los libros de La Magia de Ascanio así como en la gran cantidad de vídeos existentes).

lunes, 15 de noviembre de 2010

la Magia y el asombro - por Mariano Vílchez

El otro día dejó de funcionarme el mando del coche.

Al salir de coche, traté de cerrar el coche con el mando. Tras unos segundos absorto y bloqueado, me di cuenta de que estaba tratando de hacer algo imposible. Estaba intentando cerrar el coche con un mando que ya no funcionaba.

Tras experimentar cierto fastidio, introduje la llave en la cerradura y usando el modo tradicional, giré la llave y cerré el coche.

Confieso que sentí cierto asombro al comprobar que el mecanismo antiguo seguía vigente y la sensación de cerrar manualmente me alivió, transportándome durante un instante a una época anterior, la época en que los coches se cerraban girando la llave en la cerradura de la portezuela.

Al caminar hacia casa, fui consciente de que había experimentado dos momentos de asombro en esta experiencia.

El primero durante mi bloqueo al darle al mando una y otra vez compulsivamente hasta despertar de mi inconsciencia.

Y el segundo, cuando introduje la llave y se obró el milagro de que el antiguo y olvidado procedimiento siguiera funcionando.

Y luego me pregunté si era correcto calificar ambas experiencia con el término “asombro” y, si no, ¿por qué me había venido entonces a la mente?

Han ido pasando los días y no he encontrado el momento de pasarme por el taller para reparar la avería del mando, por lo que he tenido que fastidiarme y volver al viejo proceso de cerrar y abrir a la antigua usanza, con el fastidio que ello supone, sobre todo cuando tienes que cargar con varias cosas recién sacadas del asiento trasero o del maletero, porque tienes que dejarlas en el suelo para cerrar y luego has de hacer el esfuerzo de volverlas a coger, acto que te ahorras con el mando, ya que con un golpe de brazo o de pierna puedes cerrar la portezuela y darle al mando con los brazos cargados.

Con ello he vuelto a ser consciente de la existencia de la cerradura de coche, ya que durante unos días (soy duro para cambiar de hábitos) me he empeñado en intentar abrir con el mando, olvidándoseme cada vez que el artilugio estaba jodido, por lo que cada vez he sentido el mismo fastidio de tener que acercarme a la puerta para meter y girar la llave una y otra vez.

La primera experiencia y las posteriores desembocaron en una par de preguntas que originaron este artículo.

¿En qué consiste exactamente el asombro y qué relación existe entre la magia y el asombro?

Según la RAE el asombro es, en el sentido que nos interesa, gran admiración o extrañeza. En otra acepción no relevante, añade las dimensiones de susto o sorpresa.

A mi juicio, estos términos son insuficientes para delimitar el coto de lo que yo entiendo por asombro.

Por ello, tras darle vueltas varios días al concepto y dejándome influir por el uso que se hace del término en otros contextos (magia, filosofía oriental, etc…), he decido establecer algunas aproximaciones personales a la definición del término.

Ahí van.

El asombro es sorpresa, lo inesperado, lo que no tenía que suceder y sucede (o lo inverso, lo que debía suceder y no sucede).

El asombro es la resistencia a creer lo que se está viendo. Es mirar con interrogación en busca de un porqué para algo que no cuadra, que no puede ser.

Y en este sentido el asombro es una de las manifestaciones más supremas de la experiencia mágica.

Precisando el punto anterior y entrando ya plenamente en el dominio mágico, se puede decir que el asombro es el exquisito fenómeno mental que sucede en aquél que se empeña en mirar en busca de algún dato que contradiga la visión imposible de lo que está presenciando, al tiempo que intenta explicarse dicha visión.

El asombro es ese delicioso vaivén mental que va de lo visual a lo racional y viceversa.

Es como el espectador que presencia la revelación del Fuera de este mundo.

Si te fijas en su mirada, a menudo notas que está perdida en el tapete buscando una carta “descolocada” que suavice la imposibilidad de lo que está sucediendo, al tiempo que le está dando vueltas a cómo se ha podido llegar a tal situación, habiendo decidido él mismo el reparto.

Al final, tras unos instantes de ir de la contemplación del tapete a la reflexión retrospectiva (y viceversa), el espectador se rinde al efecto.

Esta experiencia adquiere un carácter peculiar en algunos juegos de Paul Harris.

De hecho, en algunos de sus efectos, el espectador no sólo puede cuestionarse visualmente lo que está viendo, sino que además puede interaccionar con los elementos mediante el tacto o la manipulación, en un intento de resistirse a la experiencia mágica.

Esa resistencia o ese “quedarse pillado” es similar a lo que me ocurrió a mí, mientras intentaba abrir el coche compulsivamente con el mando roto, sin ser consciente de que estaba en un bucle sin retorno, hasta que desperté de mi inconsciencia y me rendí a la inoperancia del mando.

Estos instantes de lucha arriba descritos, son para mí el quid del asombro. Sólo una vez que se superan (asumiéndose la derrota intelectual y la rendición a lo visual) se produce al fin el abandono a la experiencia mágica.

Pondré un par de ejemplos del maestro Harris.

Uno es el Twilight Angels, efecto en el que uno de los ángeles ciclistas de la bicicle desaparece del dorso de la baraja para, al final del juego, reaparecer al lado del otro, pedaleando ambos en la misma dirección.

Por la naturaleza del efecto, el espectador se resiste pensando que el ángel consiste en algún tipo de calcomanía. Por ello intenta rascar el dorso buscando confirmar su teoría.

Al final tiene que rendirse a lo imposible.

Otro efecto exquisito sacado del Arte del Asombro (magistral obra del mismo autor) es uno que se realiza con dos monedas, una grande, por ejemplo de dos euros y otra pequeñita, por ejemplo de 20 cms.

El juego se realiza en el suelo. En mi presentación hablo del modelo heliocentrista, en el que planetas como la Tierra giran alrededor del Sol.

Pongo la moneda de dos euros en el suelo y con la de 20 cms describo un círculo a su alrededor, emulando la trayectoria de la Tierra en torno al Sol.

Luego digo que antiguamente se pensaba que la tierra estaba en el centro del universo y de que todo giraba en torno a ella. Para ilustrarlo, ahora dejo la moneda de 20 cms en el centro y giro la de 2 euros a su alrededor.

Entonces digo que durante siglos existió la idea de que la tierra estaba fija en el centro del cosmos, y, diciendo esto, toco la frente del espectador.

Ahora le pido al espectador que manipule las monedas. Mueve la de 2 euros, nada sucede. Sin embargo, cuando intenta mover la de 20 cms, no puede.

¡La moneda está literalmente pegada al suelo!

El espectador intenta despegarla con ahínco, pero es en vano. Al final se rinde al asombro más absoluto. De nuevo ha habido lucha previa a la rendición.


Y ahora otra visión del concepto de asombro. Nos vamos a Oriente, a la filosofía budista.

Según el budismo zen, el asombro está presente en el que se ha liberado de las cadenas del pensamiento y puede disfrutar con la conciencia de los sentidos de cada experiencia de la vida, imbuyéndose totalmente en ella y recuperando la fascinación por todo lo que existe.

Es una especia de felicidad continua de vivir cada momento sin preocupaciones, sin quedarse pillado en el pasado ni atado al futuro del momento siguiente, viendo cada cosa que ocurre en el presente como algo único, irrepetible y maravilloso.

Según esta visión, la persona liberada siente un cierto asombro por todo lo que le sucede, todo le parece trascendente y especial, hasta las cosas más simples como fregar los platos.

Retomaré esta idea más adelante, aunque ahora me impulse (junto a todo lo anterior) a la pregunta siguiente.

¿Cuáles son los enemigos del asombro y cuáles son sus correspondientes antídotos, si es que existen?


Para mí los enemigos del asombro son tres: la costumbre, la racionalización científica y el aferrarse a la lógica o al sentido común (al presenciar magia).

1. La costumbre.

La costumbre hace que las cosas dejen de asombrarnos. El milagro de un sol que sale y se pone cada día es un hecho asumido, por lo que hemos dejado de valorarlo. El milagro de un televisor, de un teléfono móvil, del agua corriente.

Todas estas cosas maravillosas nos son obvias simplemente porque estamos acostumbrados a ellas.

La costumbre no solo anula el asombro ante las cosas sino que hace que dejemos de verlas.

Cada día disfrutamos de multitud de cosas buenas en nuestra vida pero, al darlas por hecho, ni siquiera las vemos. Cuando fallan o nos faltan, entonces es cuando volvemos a reparar en ellas.

Recuerdo vagamente un ejemplo que Gea me contó de alguien que abría varías veces al día una puerta girando el pomo de la misma. Un día, el pomo no giró y sólo entonces esa persona reparó en que el pomo tenía una cerradura (que alguien había cerrado en esa ocasión).

Algo así me pasó cuando redescubrí la cerradura de mi propio coche al tener que abrirlo manualmente.

La costumbre mina la relación amorosa más fuerte. Al principio, el simple roce de una mano estimula todo nuestra fisiología. Con el tiempo paseamos cogidos de la mano y ni notamos el contacto. Se dice que la rutina mina el amor. ¿Y qué es la rutina, sino costumbre?

Pero incluso la magia puede verse mermada por la costumbre.

Si la rutina que realizamos tiene varias fases y es repetitiva (agua y aceite, ambiciosa, adivinación múltiple), el espectador puede acostumbrarse y empezar a dar por hecho el efecto, minusvalorándolo.

Una solución puede ser acentuar la dificultad de las condiciones o la claridad del efecto de forma progresiva (ya sea variando el método o reservando su máximo potencial para el final.

También nuestra magia puede verse mermada por la costumbre en relación a nosotros mismos. Realizar un juego una y otra vez puede hacer que nos cansemos de él, que dejemos de pulirlo y busquemos nuevos efectos que nos parecen más atractivos por su novedad.

Y no sólo eso, sino que a la hora de hacer estos juegos más trillados, los hacemos con menos energía y entusiasmo, de forma más tediosa.

Recuerdo una anécdota de Derren Brown narrada en su libro Pure Effect que, según cuenta, cambió su forma de ver la magia (y de hacerla).

Dice que en una ocasión Eugene Burger lo estuvo observando mientras hacía magia de cerca por las mesas en un restaurante. Al terminar Eugene le dijo que los efectos le habían parecido buenos pero que había echado en falta más entusiasmo y energía. Estas fueron más o menos sus palabras:

“Para ti los efectos que haces en cada mesa son conocidos y rutinarios, pero piensa que esos 2 o 3 minutos de magia que les regalas a los espectadores son totalmente nuevos para ellos.De hecho ésta puede ser la única oportunidad que tengan en su vida de presenciar magia de cerca. Tu breve actuación les puede suponer una anécdota que contarán durante años”.

Y es cierto. Una vez leí que la probabilidad de que un profano presenciara la actuación de un mago de cerca en vivo era de 1.6 veces en la vida. Esta estadística nos debería estimular a dar siempre lo máximo en nuestras actuaciones.

Para ello también ayuda recordar la emoción que sentimos la primera vez que presenciamos el efecto que pretendemos realizar (o alguno similar), sabiendo que es esa misma emoción la que pueden llegar a sentir los espectadores con nuestra actuación.


2. La racionalización de la explicación científica o técnica.

El conocer la explicación científica de algo anula el asombro, aún cuando no entendamos la explicación.

Nos han contado que la tele es el resultado un bombardeó de electrones a través de tubo catódico y sólo por eso la tele ya no nos asombra (además de estar acostumbrados a ella, claro está). Sea lo que sea, es ciencia, algo racional y explicable. Aún cuando no entendamos el mecanismo ni sepamos siquiera lo que es un electrón, sabemos que hay explicación y ya no cabe el asombro.

Es paradójico. Recuerdo una anécdota donde un grupo de profesores de mi instituto asistimos a una charla sobre las nuevas pizarra digitales para el aula docente (una pura maravilla lo que se puede hacer con ellas, auténtica magia).

Tras la charla, tomamos café y la situación se prestó a hacer una par de juegos. Hice una sencilla asamblea y un efecto de adivinación. Me llamó la atención la dos sencillos efectos causaran un fuerte impacto ante el grupo de gente que había asistido con total indiferencia a los milagros visuales de la pizarra digital, sólo porque sabían que tenía “explicación científica”.

Para mí esta idealización de la ciencia, erigiéndola en el nuevo mito de nuestra era, es un total sinsentido. Las teorías se muestran inexactas y se suceden unas a otras, en busca de una verdad que nunca se termina de alcanzar.

Y entre tanto, grandes y pequeñas preguntas siguen sin respuesta.

¿Cuál es el origen del universo?

¿Dónde este la masa en las partículas elementales?

¿Por qué se atrae un protón y un electrón? ¿En dónde radica realmente la carga negativa y positiva?

Eso sí la ciencia nos evita el tener que asombrarnos por lo que nos rodea, asumiendo y dando por hecho la magnificencia del cosmos.

El antídoto para este enemigo del asombro es simplemente estudiar algo de ciencia y técnica para darse cuenta de las maravillas del universo y de nuestra limitación como conocedores de la realidad.

A menudo, muchos grandes científicos, conforme han ido avanzando en sus investigaciones y raíz de sus descubrimientos, han vuelto a recuperar su capacidad de asombro ante la magnificencia del cosmos.

3. Aferrarse a la lógica o al sentido común al presenciar magia.

Hay espectadores que no quieren asombrarse, que tienen miedo de perder el control racional. Para ellos la magia es poco más que habilidad, velocidad y mangas. Incluso cuando no encuentren explicación alguna, te terminan soltando:

Algún truco tiene que haber porque la magia no existe.

Se dicen a sí mismos que hay una causa para lo que han visto, aunque ellos no den con ella en ese momento. Con esta racionalización evitan el tener que abandonarse a la emoción mágica.

Es complicado tratar con este tipo de espectador (que se merecería un artículo aparte, por el reto que supone).

Creo, sin embargo, que ayuda el recurrir a juegos lentos y claros, poco o nada manipulativos, donde el mago apenas toca y lo hace todo (o casi todo) el espectador.

Por otro lado, convendría recurrir a un enfoque ficcional de nuestra magia para estimular su imaginario, alejando nuestros juegos del mero reto intelectual. Aún así la batalla se revela difícil.

Volviendo a la idea del asombro espiritual, creo que en la infancia, el hecho de estar poco acostumbrados a las cosas y no conocer demasiada ciencia hace que experimentamos el asombro como en pocas etapas de nuestra vida.

Por eso la magia tiene esa bendición de devolvernos a la niñez, donde todo era emocionante, nuevo y asombroso: los colores, los sabores, la capacidad de juego en cualquier lugar y con cualquier elemento.

Me viene ahora un recuerdo de mi viaje de novios al sur de Francia, país donde pasé toda mi infancia hasta los catorce años. Al volver veinte años después y nada más llegar, entré en una panadería en busca de los exquisitos bocados de la pastelería francesa que recordaba de mi infancia.

Lo curioso es que, a pesar de lo apetitoso de aquellos dulces, no encontré el sabor que recordaba de mi niñez. Cuando le dije a mi mujer que los pasteles no eran los mismos que cuando era niño, mi mujer me espetó una gran verdad.

"Los pasteles son los de siempre. Tú eres quien ha cambiado".

La magia nos devuelve a la niñez porque nos presenta hechos a los que no estamos acostumbrados porque son, entre otras cosas, imposibles. La magia nos lleva a asombrarnos por el hecho de que una carta firmada suba al lomo de la baraja una y otra vez, aunque seamos indiferentes al hecho de que cada día se ponga o salga el sol o al milagro de la conexión global a Internet.

Además la magia nos devuelve a la consciencia de las cosas. Porque el asombro es la consciencia repentina de lo olvidado, Y ahí radica, en parte, la fuerza de la situación final ascaniana . Aparte del contraste que supone –y por el propio contraste-, la situación final ascaniana cobra nueva luz y conciencia.

El espectador que contempla la baraja separada por colores tras la revelación del Fuera de este mundo nunca habrá sentido que una baraja está tan separada por colores como en aquella ocasión. La consciencia del hecho es mayor por su imposibilidad.

El espectador habrá visto barajas ordenadas varias veces en su vida, (siempre que haya sacada una baraja nueva del estuche) pero nunca habrá sido tan consciente de una ordenación como cuando, tras la octava faro del Ritual de iniciación, contempla la reordenación final.

El espectador habrá tenido alguna vez la experiencia de pegar algún objeto a la mesa o al suelo a lo largo de su vida (seguramente en su infancia). Sin embargo pocas veces sentirá que una moneda está tan pegada al suelo como al final del juego de las monedas de Paul Harris anteriormente citado.

Tras la lucha inicial de intentar despegarla (porque siente que es absolutamente imposible que esté pegada, pues la ha visto moverse instantes antes), al final no tiene más remedio que ceder, sintiendo de forma rotunda, que aquella moneda está pegadísima al piso, como nunca en su vida había sentido que ningún objeto estuviera pegado a ninguna parte.

Una vez más la situación final ascaniana se vuelve consciencia en la mente del espectador.

Aunque según cierta filosofía oriental, la consciencia del aquí y ahora no debería limitarse a ciertos momentos (como al de la situación final ascaniana), sino que el asombro debería ser continuo. Con él dejaríamos de dar las cosas por hechas y recuperaríamos la fascinación por todo lo que nos rodea, como cuando éramos niños.

Por cierto ya me he acostumbrado a abrir y cerrar el coche girando la llave. Ya he dejado de pensar en ello y no soy consciente del proceso. El asombro de cerrar manualmente, en el sentido oriental de la palabra “asombro”, ha desparecido…




Retomo este artículo porque finalmente he encontrado el momento y al fin me he pasado por el taller. Me han cambiado la pila del mando y he vuelto a sentir la mágica sensación de poder abrir y cerrar el coche a distancia. ¡Oh maravilla tecnológica!

Por desgracia sé que dentro de pocos días me acostumbraré de nuevo al mando y dejaré de valorarlo, como he dejado de valorar el agua corriente, la pantalla plana de mi ordenador o las vueltas que da mi planeta sobre sí mismo y alrededor de ese sol que sale y se pone a diario.

Ya no seré consciente de nada de eso porque habré olvidado como la mayoría de gente una gran verdad:

La verdad de que, en última instancia, todo lo que sucede en este increíble universo es fascinante… y mágico.




Nota: El juego de las monedas de Paul Harris viene descrito en el foro en el área de exposición.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Respuestas y aclaraciones sobre el debate de las doce claves - por Luis García


RESPUESTAS Y ACLARACIONES SOBRE EL DEBATE DE LAS DOCE CLAVES
Me ha sorprendido favorablemente el debate, promovido por Manuel Mato, en torno a la Técnica Inexistente, primera de las Doce Claves de la Carto2º, hasta el punto de elaborar estas aclaraciones que dan respuesta a todos los argumentos planteados. Puede ser la primera vez que se habla de Magia en un foro de Ilusionismo. Intentemos que no sea la última.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Doce claves para un manifiesto: La cartomagia de 2º orden - por Luis García


II. EL ENFOQUE EMOCIONAL

1. La Valoración del Instrumento
La Baraja (Normal o Simbólica) es un instrumento mágico de extraordinario valor y excepcional poder mágico. Contiene la clave de los símbolos y la leyenda la entronca con la antigua Sabiduría Egipcia. La concepción de la Baraja como un objeto vulgar, con su simbolismo oculto y sus estructuras luminosas apagadas no entra en la Carto2º que excluye todo tipo de carticidios: carta rota, apuñalada, manchada, quemada, agredida…, y todo tipo de acciones que jamás se harían con un Tarot Clásico, aunque sea porque su precio de mercado cuadriplica el de una Baraja Normal.

viernes, 29 de octubre de 2010

Doce claves para un manifiesto: La cartomagia de 2º orden - por Luis García


ACLARACIÓN

La cartomagia de 2º orden (Carto2º) no tiene ninguna connotación peyorativa respecto a la cartomagia ordinaria, lo mismo que las ecuaciones de 2º orden no son mejores ni peores que las de primer orden. Simplemente describen fenómenos diferentes. Con el término “segundo orden” se quiere indicar una cartomagia nueva, tanto en la técnica como en los objetivos, que se mueve en otro nivel de realidad, buscando el despertar de la conciencia y el retorno a la Magia Tradicional.

martes, 12 de octubre de 2010

Entrevista a Manu Montes - por Luis Olmedo


Ole y ole!
Uno para Luis por la entrevista que se ha currado y otro para Manu por todo el apoyo y las ganas que le pone. Gracias y gracias!!

Entrevista a Manu Montes

Luis Olmedo: Lo primero de todo, ¿cómo definirías tu magia?
Manu Montes: Siempre he dicho que yo aspiro a ser cartómago y hoy día aspiro a ser cartoilusionista.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Tensores ficcionales inherentes al juego - por Mariano Vílchez

Tensores ficcionales inherentes al juego

Hemos visto ya en un artículo previo la definición de tensor ficcional, así como una justificación de la elección del término.
El tensor ficcional es cualquier factor que facilita o permite que el espectador entre en mayor grado en modo ficcional, para que, dejándose llevar por la ficción o metáfora planteada, experimente una experiencia mágica de máximo impacto. Y ello lo puede conseguir de dos maneras:
1. Ayudando a sugerir e insinuar la ficción de forma consciente o inconsciente.
2. Contribuyendo a potencia la atmósfera mágica en general.
Añado en este artículo otro par de ideas antes de proseguir con la primera serie de tensores que entran en el apartado correspondiente a los tensores ficcionales inherentes al juego.
La primera idea es que los tensores ficcionales son acumulables. Se pueden sumar varios de ellos, potenciándose entre sí de modo que su efectividad en el espectador sea mucho mayor.
Me explico con un ejemplo práctico. Supongamos que una chica asiste a una sesión de magia. El mago la elige como espectadora. La invita por ejemplo a elegir una carta de la baraja española. La toca de dorso. Se vuelve. Resulta ser el cuatro de espadas. Ahora el mago, planteando una ficción de compatibilidad de pareja, le pide al novio (que también está presente en la actuación) que toque tres cartas más. Se muestran las cartas. Son los otros tres cuatros.
Ha habido una compatibilidad perfecta. La chica está alucinada y feliz porque de un tiempo a esta parte su relación se tambalea un poquito.
En este juego han podido influir varios tensores en la chica. Uno, obviamente, es la propia ficción del juego, que evoca algo poderoso en la chica, el hecho de ser compatible con su novio, ya que está muy enamorada de él y quiere que su relación perdure. Pero han podido existir otros...

lunes, 4 de octubre de 2010

Hilo roto y recompuesto - por Javi Benítez

Nada más y nada menos que Javi Benítez, también conocido por "Dr. Chango" compartiendo con nosotros su propia versión del hilo roto y recompuesto. Una maravilla Mágica!

Gracias Javi!

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Tipos de incentivos - por Miguel Ángel Gea

Lo coherente a primera vista sería crear magia, tu magia, imaginando la gran obra, la que va a trascender en el tiempo, la que rasgará y hará la grieta en estos límites que nos aprisionan. En mi caso con vergüenza y un poco de dolor, no tengo naturalmente esta iniciativa. Eso no significa que no me emocione con la creación de una obra y que en el proceso persiga conseguir algo tan grande, pero en general mis motivaciones son otras al principio.
Intentaré exponer cuales son todas las razones que me movilizan para conseguir alcanzar la meta general que consiste en cautivar a mis espectadores retorciéndoles su interior y abrirles por fuera para que vivan con mayor intensidad. Esto, que no suelo conseguir, es la meta final, aunque la inicial que me empuja es otra y a eso vamos.


domingo, 26 de septiembre de 2010

De Tertulia con Luis García

Este fin de semana, en La Peza, nos hemos reunido varios tertulianos aprovechando la visita de Luis Garcia, para discutir la elaboracion de un posible manifiesto, sobre "La Cartomagia de 2º orden" basada en doce claves, que son:
  • El concepto de TECNICA inexistente.
  • Recuperación de los simbolismos de la MAGIA.
  • El mensaje oculto contenido en el Efecto metafórico.
  • Análisis de los parámetros de situación.
  • Valoración del instrumento personalmente preferente.
  • La estructura intrínseca de los elementos mágicos.
  • Los objetos desencadenantes.
  • Teoría de acoplamientos.
  • Diseño del espacio escénico.
  • Introducción de elementos mágicos.
  • Estructura luminosa de las cartas.
  • Generación de la experiencia mágica.
Cada una de estas claves se iran desarrollando sucesivamente en los proximos
articulos.



miércoles, 22 de septiembre de 2010

Tensores ficcionales (Introducción) - por Mariano Vílchez

El tensor ficcional es un concepto que surgió del estudio del concepto de magia ficcional de Gabriel Pareras, así como del estudio de otros autores que cito en el artículo de MAGIA REALISTA VERSUS MAGIA FICCIONAL. También es una consecuencia de las discusiones en la Peza con Luis Arza y su grupo de trabajo.
Este concepto es nuevo en cuanto a término pero viene usándose desde hace mucho tiempo por magos, videntes, psicoterapeutas y sanadores en su concepción.
El concepto de tensor ficcional emana del de ficción mágica, pero va más allá de ella y la engloba.
Un tensor ficcional es todo factor que predispone a que el espectador adopte el modo ficcional y se deje llevar por la ficción ofrecida por el mago. Para ello actúa a dos niveles:
1. De forma directa, potenciando la ficción, sugiriéndola con más eficacia.
2. De forma indirecta, potenciando la atmósfera mágica general durante la realización del efecto o la rutina elegida.

Magia realista Vs. Magia ficcional - por Mariano Vílchez


El siguiente artículo explica, elabora y desarrolla conceptos planteados por varios magos y filósofos magos entre los que se incluyen Luis García, Gabriel Pareras, Ricardo Rodríguez, Eugene Burger, kenton Knepper, Richard Osterlind y Juan Tamariz, entre otros. Allá voy.


Los conceptos de magia ficcional y magia realista no son compartimentos...

viernes, 10 de septiembre de 2010

La insoportable levedad del filtro - por Mario López



Un pequeño efecto huyendo de la manipulación intrínseca que tiene la Magia con cigarrillos (Tema que me mantiene vela). De nuevo, parte de la inspiración, viene de Dúas, al que debo unas cuantas "Mágicas" comidas de olla.


Un abrazo!

sábado, 28 de agosto de 2010

La anamorfosis

Hace un par de noches me encontre con esto. Un texto de DOUWE DRAAISMA, aparece en el libro "lAS METAFORAS DE LA MEMORIA. Una historia de la mente.".

“…Atanasius Kircher no se limitó únicamente a diseñar aparatos de ilusionismo, sino que también se ocupo ampliamente de la anamorfosis, la deformación intencionada de una imagen que exige adoptar medidas especiales para anularla. El jesuita desarrollo diversos “instrumentos mesópticos” para construir dichas anamorfosis [1]. La mayoría de las anamorfosis eran dibujos de pinturas, pero también podían ser grandes composiciones emplazadas, por ejemplo, al aire libre, como los setos en forma de rostro. Así la anamorfosis yacía como una figura disimulada en el seto recortado y, como rostro, sólo podía verse desde el lugar elegido por el diseñador como punto de proyección, casi siempre una ventana. Esa ventana era para el rostro lo que la clave para un mensaje codificado: convertía un patrón incompresible en un mensaje.
La pregunta de si ese rostro era un efecto ilusorio o si realmente existía, es totalmente fútil: desde todos los puntos de vista –salvo el de la ventana- no era mas que un conjunto de setos plantados sin orden ni concierto aparente.
La obra de arte de la anamorfosis exige que el espectador este dispuesto a ocupar la perspectiva que el diseñador tenia en mente al concebir la obra. Su buena disposición será recompensada cuando se asome a la ventana y vea transformarse ante sus ojos los setos en un rostro.”

1[A. Kircher, de ars magna lucis et umbrae. Roma, 1646]

jueves, 26 de agosto de 2010

La cobertura - por Mariano Vílchez

Estamos de suerte!

Nuestro amigo, y tertuliano Mariano Vilchez, nos regala sus pensmientos teoricos sobre "la cobertura". Gracias Mariano!

UN INTENTO DE CATEGORIZACIÓN DE LAS COBERTURAS

Las coberturas son movimientos o estratagemas psicológicas que se usan para enmascarar o justificar alguna acción tramposa que conviene ocultar o al menos disimular.

Recordemos en primer lugar la división que hace Ascanio de las acciones tramposas.

martes, 24 de agosto de 2010

La teoría de las pistas falsas y la no emoción - por Manu Montes

EL EQUILIBRIO ENTRE CONCEPCIONES

Manu Montes

El siguiente texto forma parte de un artículo o capítulo sin terminar de un futuro trabajo; una visión personal sobre construcción en magia (Arquitectura de la Emoción Mágica), que precisamente tuvo su segundo inicio en parte de las ideas plasmadas en las jornadas de La Peza de enero de 2010. Viene a colación de los temas y trabajos recientemente expuestos y simplemente como ideas y pensamientos personales. Al ser un texto inconcluso y no corregido, no tiene principio ni fin; disculpas.

lunes, 23 de agosto de 2010

Presto (último corto de PIXAR)

Pónganse cómodos y disfruten de la función!
(en caso que se vea mal el video, pinchar en el enlace de abajo que pone presto pixar.)

jueves, 19 de agosto de 2010

Tres intentos de formulación - por Luis García

Esta es la version actualizada (año 2010) enviada por Luis Garcia para su divulgacion.

1-EL VUELO DEL MAGO

Contempladas desde la distancia, todas estas elucubraciones no son mas que itinerarios en el laberinto que conduce hacia un mismo punto: el centro donde habita el monstruo cuyo enfrentamiento se retarda cambiando una y otra vez el punto de partida, consciente de que sin el hilo de Ariadna,los aprendices de Teseo jamas salen de su laberinto.(14)

martes, 17 de agosto de 2010

Carne quemada en el área secreta

Esta vez un manojo de ideas para aplicar a la magia con cigarros.

con filtros y pizquillas

espero que disfruteis y que os produzca nuevas ideas la lectura!

lunes, 9 de agosto de 2010

Pasado el fin de semana! - por Mario López

Después de la inyección de ideas del fin de semana pasado, solo pienso en cigarros que se esfuman, que aparecen, que se comen...
Fue fantástico que Dúas pasase estos días con nosotros. me quedo con a charla del viernes por la noche, se respiraba Magia. surgió una idea conjunta, un poco de aquí un poco de allá... (dos cabezas piensan mas que una) y al final un regalito mágico(un efecto pá quien no lo entienda)
y es que rodeado de campito y de buena gente, las cosas salen bien.

el sábado, la conferencia de Dúas estuvo genial, y la cena, las copas, y las magias de la noche,como siempre estupendas.

gracias a los que estuvisteis, nos veremos en la próxima!

pd: ah! os dejo el video del juego que salio entre Dúas y yo.
Cigarrillo roto y recompuesto "La Peza". jeje



martes, 27 de julio de 2010

Grandes Magos

Unos pocos segundos para ver a Tenkai, Okito, Cardini...



El blog que sale en el vídeo anunciado está interesante, y hay mas vídeos curiosos.

lunes, 26 de julio de 2010

Cigarros y más cigarros... - por Mario López

Quedan cinco días para la charlita con Dúas. No hay mucha gente que este especializada en la magia con cigarrillos, ni hay mucho escrito, así que es una suerte la que tenemos de poder contar con el!
...Y hablando de ukeleles, os dejo algo curioso que encontré...



viernes, 16 de julio de 2010

Magia y neurociencia

Redes, el programa de la dos, dice "haber descubierto el secreto de los magos" con CIENCIA!



http://www.rtve.es/mediateca/videos/20100613/redes-13-06-10-magia-neurociencia-red/798557.shtml

Muy bonito he interesante, el enfoque científico de nuestras teorías ;) Espero que os guste!

(gracias a Franky, que me ha pasado el link!)

jueves, 15 de julio de 2010

Gran colaboración!

Señoras y caballeros tenemos el placer de comunicarles que FAUSTINO PALMERO se une a las Tertulias Mágicas!



Un gran mago, con mucho que decir, del que todos podremos aprender y disfrutar con él.
desde aquí le damos las gracias por el apoyo al blog!

Por ahora ponemos un video, ya tendremos noticias suyas. Disfrutad con su magia!

martes, 13 de julio de 2010

La Peza. Lugar pintoresco


Otro año más, Luis Arza organizó una noche mágica en La Peza, dónde nos reunimos unos cuantos magos. Una noche donde la gente del pueblo pudo disfrutar de la magia y nosotros pudimos compartirlo con ellos.

viernes, 9 de julio de 2010

Mami, ¿Qué será lo que tiene el pulpo?

Hace años cuando nuestro compañero Antony Blake hizo la predicción del número de la lotería de navidad mucha gente se cuestiono la posibilidad de fraude (incluso tuve la llamada de un prestigioso periodista nacional para que le ayudase a desenmascarar dicho fraude).Nosotros los magos nos cuestionamos muchas veces los "engaños" de los pitonisos y demas personajes que adivinan el futuro (llegandoles a dar el calificativo de estafadores), pero cual es mi sorpresa cuando un pulpo consigue convencer de sus poderes adivinatorios a mas de medio mundo sin que una sola voz se cuestione dichos poderes, viendo y analizando todo esto yo me pregunto ¿que fibras sensibles toca el pulpo para tener tal credibilidad? o mejor dicho, ¿que fibras sensibles nos falta por tocar a nosotros para que no sea puesta en tela de juicio nuestra credibilidad?.Dicho esto solo me queda hacer en voz alta una

Reflexión:Para conseguir perfeccionar nuestro arte seamos mas animales y menos racionales.

jueves, 8 de julio de 2010

De tertulia con Voty... - por Mario López

Hoooola!
son las 1:33 de la madrugada y estoy dandole un repaso a los videos que hemos grabado entre esta tarde y el otro dia.Hay un video que me parece curioso y queria conpartirlo con vosotros.
El camara es el Voty, y el de las carticas yo, el Rastas como me dice Luis,o Mario como dice mi madre .Si Voty me da permiso metere un video suyo en unos dias, mientras...




Deciros que de aqui a unos dias abrire una zona en el blog donde podamos charlar de nuestras magias libremente. y quien quiera podra entrar como invitado a escribir sus inquietudes, paranoyas y demas! fuera del ojo profano.

Tambien recordaros que DUAS estará con nosotros en poquitos dias y que si habisais con antelacion seria bueno!

un abrazo!!!

domingo, 27 de junio de 2010

Tres días con Dúas - por Mario López

Hooola!
encontre unos videos de las diabluras de este hombre...
en video esta guay... pero yo lo vi en directo y no tiene desperdicio!

una cosa que no se ha dicho es que a parte de la conferencia, estaremos haciendo magias y disfrutando de la montaña y la tranquilidad del pueblo todo el fin de semana. y ni que decir tiene, que estais invitados.

ahí va!


Videos tu.tv


(se reserva el derecho de admisión a truqueros y demás fauna....)

De dónde salimos - por Mario López

Somos un grupo de trabajo mágico con cuartel general en La Peza y Granada, pero abierto a cualquier mago que todavía crea en la MAGIA,que crea que el truco, es la técnica básica para crear MAGIA, que crea que la técnica ,es técnica, y NO magia...,que crea que lo lógico seria demostrar que un pañuelo tiene algo,no que NO TIENE NADA, que crea que si empiezas copiando un gag, acabaras copiando todo un espectáculo.
que crea que la magia existe...