jueves, 26 de agosto de 2010

La cobertura - por Mariano Vílchez

Estamos de suerte!

Nuestro amigo, y tertuliano Mariano Vilchez, nos regala sus pensmientos teoricos sobre "la cobertura". Gracias Mariano!

UN INTENTO DE CATEGORIZACIÓN DE LAS COBERTURAS

Las coberturas son movimientos o estratagemas psicológicas que se usan para enmascarar o justificar alguna acción tramposa que conviene ocultar o al menos disimular.

Recordemos en primer lugar la división que hace Ascanio de las acciones tramposas.



El maestro distingue dos tipos de ellas.Las primeras son las acciones tramposas falsas, en las que se realiza una acción de forma abierta no siendo, dicha acción, lo que parece. Un ejemplo sería la cuenta elmsley, que supuestamente consiste en pasar cuatro cartas de forma visible de una mano a otra y en la cual, en realidad, sólo se ven tres de la caras de las cartas, ocultándose la cuarta.

El segundo tipo sería el de las acciones tramposas ocultas, donde la acción no ha de verse sin más, ya que no tiene vida externa para el espectador. Un ejemplo sencillo sería el empalme de una carta.

Las coberturas se usan para enmascarar este segundo tipo, el de las acciones tramposas ocultas y su misión es, tal y como se dice en la definición, camuflar y justificar dichas acciones con el objetivo doble de:

1. Evitar que puedan ser detectadas por los espectadores.

2. En caso de se detecten, conseguir que pasen inadvertidas, revistiéndolas de naturalidad o justificándolas de algún modo.

Antes de proseguir con un intento de clasificación de los tipos de cobertura, quiero hacer un apunte sobre la justificación de un movimiento en magia. En realidad, no es necesario que un movimiento esté justificado globalmente dentro de la rutina para que “cuele”. Lo único que importa es que dicho movimiento se beneficie de la justificación del instante.

Me explico. Supongamos que saco un bolígrafo, lo uso y lo vuelvo a guardar. Si más tarde lo saco de nuevo para volverlo a usar, la lógica global de la acción es inexistente. ¿Para qué lo he guardado si luego he de usarlo otra vez? Sin embargo, como si una cuestión zen se tratase, el movimiento tiene sentido por la lógica del instante. Me lo he guardado por despiste, porque no me acordaba de que había que firmar otra carta al final.

Luego, la necesidad del momento (firmar otra carta) es lo único que el espectador necesita para que el espectador sienta que la acción de volverlo a sacar está completamente justificada.

Obviamente, en el caso que nos ocupa, hemos podido aprovechar las acciones de sacar y meter el rotulador como forma de cobertura para guardar o sacar objetos de forma oculta.

Que se caiga una baraja al suelo no tiene lógica global, pues se supone que el mago es hábil y que este tipo de cosas no tienen que sucederle. Sin embargo, la lógica del instante se impone y el espectador asume que el mago tiene que agacharse para recogerla.

Lo que no sabe es que el artista ha aprovechado la acción para, por ejemplo, cambiar la baraja por otra trucada.

Después de reflexionar largo y tendido sobre el asunto y estudiar a magos conocedores del tema (entre los que destacaría, por ejemplo, a Miguel Gómez), he llegado a una clasificación que recoge diez tipos de coberturas.


1. La de meter y sacar objetos

El sacar o introducir un objeto del maletín o del bolsillo es una acción de cobertura muy recurrente, ya que nos permite cargar elementos, eliminarlos o incluso cambiar uno por otro.

Es interesante observar que la motivación de guardar menos sospechosa que la de sacar.

En otras palabras, es más inocente guardar un bolígrafo que se acaba de usar que sacarlo de primeras Por ello, al sacar un objeto del bolsillo, conviene hacer algún comentario sobre su necesidad, preferentemente de forma no explícita.

Me explico. Si requiero, como en nuestro ejemplo, un rotulador para firmar una carta, puedo decir: “Tengo por aquí un rotulador”. Sin embargo, es más sutil aún decir sugerir su necesidad sin nombrarlo diciendo, por ejemplo: “Vamos a firmar la carta.”


2. La protocolaria o situacional (Miguel Gómez)

Esta categoría Incluye todo tipo de coberturas propias de la interacción del mago con el espectador. Darle la mano al saludarlo o apoyarla luego su hombro con actitud amistosa son ejemplos de este tipo de cobertura.

Otro ejemplo sería señalar a una espectadora, aprovechando la acción para hacer un enfile o, incluso girarse para no ver una carta elegida mientras que el espectador la muestra al público, aprovechando la cobertura para hacer por ejemplo, un cambio de baraja por todo el morro.


3. La explicativa (Vernon)

Distingo tres variantes de cobertura explicativa.

a. La primera sería una cobertura explicativa procedimental. Se da cuando, al indicarle al espectador lo que tiene que hacer, hacemos algún gesto explicativo que aprovechamos para realizar alguna acción secreta.

Podemos, por ejemplo, decirle al espectador que se guarde una carta en el bolsillo y, para ejemplificarlo, meter nuestra propia mano en el nuestro, aprovechando para descargar cartas, cambiar de baraja o lo que sea.

Hay un test de libro muy ingenioso de Patrick Kuff en el que ojeamos un libro ante un espectador para que nos pare en una página. Cuando lo hace, le decimos que se fije en la página en la que se ha detenido. Al mismo tiempo nos fijamos en el número de la página contraria (el libro tiene que tener la paginación en el borde la parte superior, lo que nos permite echar un vistazo desde atrás). Cerramos el libro y lo apartamos.

A continuación le decimos que tiene que ojear el libro en su imaginación para volver a ver la palabra. Le pedimos que coja un libro imaginario, y, para indicarle como tiene que ojearlo, volvemos a coger el libro, ojeándolo de verdad nosotros hasta la página anterior a la que vimos (aquella en la que se fijó). Una vez llegados a la página, nos fijamos en la primera palabra o frase de la misma. Cerramos el libro.

Ahora el espectador procede con el ojeo imaginario y, con el mejor teatro del que seamos capaces, le revelamos la palabra o la frase.


b. La segunda variante sería una cobertura explicativa metodológica. Esta variante se da cuando, al hablar de la posible explicación de cómo va un efecto, realizamos un gesto que aprovechamos como cobertura.

Un ejemplo es el de la Homing card, efecto clásico donde una carta firmada viaja al bolsillo una y otra vez. Recomiendo su estudio en el clásico libro Estrellas de la magia.

En esta rutina hay un momento en que, al dar una explicación acerca de cómo sucede el efecto, introducimos brevemente la carta firmada en el bolsillo, cambiándola por otra indiferente que tenemos allí desde la primera fase, con lo que al introducir la indiferente (supuesta firmada) en la baraja, se puede lograr el efecto de que viaje de nuevo al bolsillo.

En una fase de los cubiletes de Vernon, el maestro también usa este tipo de cobertura al dar una pseudo explicación de cómo hace un cutre falso depósito, para conseguir que las bolitas viajen a los cubiletes. Con esa explicación, aprovecha para cargar la primera fruta y preparar, de esta guisa, la revelación final de las frutas bajo los cubiletes.

c. La última variante sería una cobertura explicativa ilustrativa. Se trata de justificar una pequeña acción con algún comentario o pretexto sencillo como puede ser el explicar, señalar, ilustrar, ejemplificar o incluso realizar algún gesto mágico. Doy un par de ejemplos.

Para hacer la adición de Braue en una asamblea, Colombini coloca los ases de cara sobre la baraja de dorso sin ninguna separación. Luego extiende las cartas en las manos comentando que se podría haber hecho el juego con otras cartas distintas a los ases, como si quisiera, con dicha maniobra, mostrar esas otras cartas.

Cuando realiza la extensión, Colombini aprovecha para obtener una separación de tres cartas bajo los ases.

En un triunfo, Miguel Gómez tiene que voltear una carta cara abajo poco antes de revelar el clímax y lo hace abiertamente diciendo “Ahora mismo hay cartas cara arriba (en este momento muestra la señalada carta) y otras caras abajo (ahora la voltea, ejemplificando la afirmación).


4. La de corrección del un error intencionado (Tamariz)

Esta cobertura surge al enmendar un error que hemos fingido cometer en una acción anterior. Ahí van tres ejemplos.

1. En un agua y aceite, Tamariz le dice al espectador que cuente y compruebe que hay ocho cartas en la mesa. El espectador cuenta y descubre que sólo hay siete. Para corregir su error, Tamariz echa una más al montón, aunque en realidad añade dos cartas como una.

2. El mago deja caer una baraja al suelo por torpeza. Al agacharse a recogerla, aprovecha ese movimiento para cambiarla.

3. En mi versión de Siguiendo al líder, añado el grupo de carta rojas encima del de las negras (teniendo previamente un break con el meñique de las tres cartas negras superiores). Las tres cartas negras pasan ahora a la posición inferior del paquete de rojas, mientras que mantengo mi separación con el meñique.

En ese momento necesito invertir los dos paquetes, montando el paquete inferior (el de las negras) sobre el superior. Para justificar el movimiento, simplemente doy a entender que me he equivocado.

“Colocamos el paquete de las rojas encima… No, mejor el de las negras.”

Otras veces uso una cobertura explicativa ilustrativa diciendo:

“Como en política, a veces mandan las rojas… y otras, las negras.”


5. La idiosincrática

Es la propia cobertura natural de nuestra postura y gestos personales. Requiere conocerse a sí mismo para aprovechar los gestos que a uno le son propios y usarlos, en lo posible, para cubrir con ellos todo tipo de técnicas (empalmes, cargas, descargas, enfiles, etc.).

En otro artículo he hablado de la conveniencia del uso del video doméstico para observarnos en contextos no mágicos y descubrir así nuestras posturas y gestos naturales.

Supongamos, por ejemplo, que llevamos gafas y que hemos observado que nos las subimos con cierta frecuencia. ¿Podemos aprovechar acaso dicho gesto para llevar una carta empalmada? Tal vez podamos enfilar una carta con tal pretexto, o quizá podamos descargar una moneda empalmada al regazo justo cuando la mano, tras subir las gafas, regresa a descansar al borde de la mesa.


6. La del juego o gag previo (Ricardo Rodríguez)

Este es un recurso que he visto usar a algún mago con gran efectividad. Se trata de usar un juego secundario o un gag previo al efecto principal para realizar alguna acción que cubra un movimiento tramposo clave para la consecución el dicho efecto.

Me viene a la mente un efecto de Ricardo Rodríguez, donde un billete prestado y cuya numeración se anota claramente al principio viaja al interior de una bombilla. No desvelaré los entresijos de este magnífico efecto, aunque sí diré que requiere un cambio de billete inicial que Ricardo realiza por medio de un gag en el que se introduce descaradamente el billete en el bolsillo.

Más tarde se olvida este hecho, ya que no se le da importancia alguna en su momento por tratase sólo de un gag [1].


7. La de quitarse un estorbo.

Esta cobertura consiste en dejar a propósito un elemento en un lugar inoportuno de modo que más tarde nos estorbe y requiera ser apartado. Esta acción de apartarlo es la que se usa como cobertura para realizar el movimiento falso oculto.

Existe una versión del juego Anniversary Waltz[2] especialmente limpia por usar una carta de doble dorso (aparte de la de doble cara que se usa normalmente en este juego).

El caso es que tenemos que deshacernos de dicha carta de doble dorso antes del final de juego. Para ello, hemos colocado previamente la baraja en el centro del tapete, de modo que, cuando nos disponemos a colocar en ese lugar las dos cartas firmadas (en realidad una carta de doble cara y otra de doble dorso), nos topamos allí con la susodicha baraja que, al estorbar, tiene que ser apartada a un lado por la mano derecha, que se encuentra sujetando en Biddle las dos cartas.

En el acto de desplazar la baraja a un lado, la mano derecha se coloca un momento sobre el mazo, instante que se aprovecha para descargar la carta de doble dorso.


8. La de aclaración tras falsa pista (Tamariz)

La idea de esta cobertura es realizar una acción que cree una cierta sospecha en el espectador. A continuación realizamos otra para demostrar que la sospecha es infundada. Esta segunda acción es la que aprovechamos como cobertura.

Utilizo esta idea en una asamblea al realizar el añadido de Braue. Explico el procedimiento. Muestro los cuatro ases de cara y los coloco sobre la baraja que está de dorso. Hago el añadido de Braue para cambiar tres de los ases por tres cartas indiferentes.

Entonces, al colocar el as líder de dorso sobre la mesa, hago un amago de enfile, creando la sospecha de que lo cambiado por otra carta. En realidad sí he colocado realmente el as líder en la mesa (son los otros supuestos ases los que son cartas indiferentes por el añadido de Braue).

Ahora digo que voy a colocar tres cartas sobre cada as, empezando por el as líder. Cojo la baraja de cara y me dispongo a echar tres cartas (también de cara) sobre el as líder, cuando, cambiando de idea, la mano derecha devuelve las tres cartas encima de la baraja para quedar libre y así poder girar el as, mostrándolo (y deshaciendo, así, la sospecha).

Lo interesante es que he aprovechado esa corroboración para darle la vuelta a la baraja y ponerla de dorso en mi mano izquierda, lo que me permite ahora echar sobre el as (que he dejado cara arriba) las tres primeras cartas de dorso de la baraja, que se supone son las tres indiferentes que se acaban de ver, aunque, en realidad, son los tres ases restantes que allí quedaron tras el cambio de Braue.

El giro de la baraja, realizado en tránsito para girar el as, pasa completamente inadvertido y además al espectador le queda en la retina la foto de las tres cartas indiferentes que estuvieron a punto de echarse sobre el as. Todo el movimiento se realiza mientras se dice algo así como:

“Voy a echar tres cartas indiferentes sobre el as líder que era… (aquí realizo la secuencia descrita) sí, el as de picas.”


9. La procedimental o de falsa intención (Pit Hartling)

Este tipo de cobertura consiste en fingir realizar una operación mientras en realidad se está haciendo otra que se aprovechará más adelante. Ahí van unos ejemplos.

1. Un espectador ha mezclado la baraja a conciencia. Digo que para el juego que voy a hacer no necesito los comodines. Los busco, pues, en la baraja para sacarlos. En realidad aprovecho dicha acción para colocar los cuatro ases en posición superior.

Llegado a este punto, puedo hacer una producción de los ases realmente matadora. El efecto será tanto más difícilmente analizable por el espectador cuanto que recuerda haber mezclado claramente al principio.

2. Pit Harling realiza alguna preparación por todo el morro mientras mira las cartas de cara para sí, con la actitud de estar indeciso acerca de qué juego va a realizar.

Esta cobertura es efectiva porque se realiza en un momento de bajón de la atención por parte de los espectadores, ya que juego aún no ha empezado.

A menudo uso este recurso con amigos. Me dan una baraja prestada y mezclada. Entonces, mientras hago alguna preparación (como colocar los ases en posición superior), voy hablando con ellos, comentando el estado de la baraja, preguntando si está completa, todo ello con la actitud dudosa de si voy a poder realizar o no algún juego con ella.

3. Supongamos que forzamos una carta. El espectador la devuelve al mazo y mezcla. Mientras fingimos buscarla en la baraja, sacamos todas las cartas de su palo de dorso y en orden. Finalmente de todas esas cartas, sacamos la elegida, revelándola. Ahora podemos hacer dos cosas:

1. Podemos aprovechar el palo ordenado para conseguir un clímax extra final.

2. Aún mejor, podemos guardar esa ordenación y usarla en el juego siguiente como producción o método del juego.

Ambas opciones pueden ser muy potentes desde el punto de vista mágico, sobretodo si conseguimos que recuerden el hecho de que mezclaron claramente al principio.


10. La del falso pretexto de demostrar que no hay trampa.

Esta astucia consiste malévolamente en justificar una acción tramposa con el pretexto de demostrar que no se hace trampa alguna.

Lo voy a ilustrar con un conocido juego de baraja ordenada donde el movimiento a cubrir lo realiza el propio espectador. Supongamos que tenemos una baraja ordenada en Si Stebbins o en mnemónica. Pedimos al espectador que, con la baraja sujeta debajo de la mesa, corte varias veces la baraja hasta que decida parar.

Luego le decimos que, sin mirar, coja la carta superior, le dé la vuelta y la introduzca en el centro de la baraja. A continuación le pedimos que coloque la baraja sobre la mesa.

Obviamente, si en ese momento podemos ver la carta inferior del mazo, sabremos automáticamente cuál es la carta que el espectador ha vuelto (la siguiente en orden mnemónico). Ahora colocamos la mano sobre la baraja y pretendemos adivinar la carta vuelta.

Este es un juego de gran impacto que recomiendo al lector.

¿Pero cómo asegurar que vemos la carta inferior cuando el espectador coloque la baraja en la mesa?

Sencillo. Le pedimos al espectador por todo el morro que coloque la baraja en la mesa cara arriba. Y la justificación que le damos es que conviene que la carta invertida quede cara abajo, de modo que si la baraja se descuadrara y asomara un poco la carta girada, no podríamos identificarla por estar de dorso.

¡Qué buenos e inocentes somos!



[1] De hecho el cambio es tan efectivo, que, cuando Ricardo lo hizo el congreso de magia de cerca de Alicante, nos pasó por completo inadvertido a la mayoría de magos amigos que lo presenciamos allí.

[2] Efecto de Doc Eason donde dos cartas firmadas por la carta se fusionan en una sola, dando lugar a una carta de doble cara firmada por ambas caras.

4 comentarios:

  1. Gracias Mariano por compartir con todos los tertulianos tantos años de estudio y trabajo,los que te conocemos sabemos que tienes muchas mas cosas guardadas en el cajon,esperamos todos que poco a poco las publiques para deleite del mundillo MAGICO

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  2. Estupendo trabajo.
    Una parte más, o "rueda de reloj" del "acto mágico", es la cobertura. Son distinta formas de misdirection y acciones en tránsito. Misdiretion (entendiéndolo como "diversión" o división de la atención sin su pérdida) temática, gestual situacional, de actitud... Con todas ellas relaizamos coberturas, que a mi entender, y como bien expone Mariano, son propiciadas por el contexto del juego o su construcción. La de falsa intención o cambio al actuar yo la he utilizado hasta dentro de una pequeña sesión una vez que perdí el orden de un palo entero sin querer, y simplemente cambiando la forma de actuar (siendo diferente a como hacemos los juegos),pude ordenar el palo sin ni siquiera lo sospechasen. Benatar lo describe en un artículo y Pit Harling también. Buen apunte.
    Podemos encontrar medios de cobertura e "inocuación" en la comunicación no verbal. Quizá recuerdes Mariano el juego de la charla de Granada de los "Tres cortes intuitivos". Puedes echarle u vistazo a esto: http://cartoilusionismo.blogspot.com/2010/08/comunicacion-no-verbal-las-manos.html
    Otra, de la que también hemos hablado sería la no-cobertura, utilizando la contra-lógica. En la lógica de un movimiento o situación conocida, se ha de esperar lo más lógico o coherente. Por tanto en una mezcla, por ejemplo, cuando se quiere ocultar algo, se tapa o cubre con los dedos (una mezcla por extirpación, por ejemplo). Si hacemos lo contratio y lo dejamos al "descubierto", esto provoca una situación de misdirection intuitiva parecida a la producida en la de la falsa intención: si no se oculta, es que no hay nada que ocultar.
    En fin, hay mucho que hablar...
    Estupendo trabajo, sigue así
    ¡Saludos!

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  3. Recuerdo perfectamente "los tres cortes intuitivos" y la estupenda charla teórica que diste en tu charla al hilo de este juego.

    Estoy de acuerdo en que una gestualidad abierta y sincera alejan sospechas por parte del espectador a un nivel intuitivo e inconsciente, sobretodo a la hora de establecer ciertas condiciones del juego.

    Recuerdo que en un momento enseñaste en una extensión toda la baraja en extensión cara arriba (¡y eso que llevaba ocultas unas cuantas cartas ordenadas!. Era "contraintuitivo"(por tu actitud, gestos y el mero hecho de mostrar las cartas de esta guisa) que pudiera existir ordenación alguna en la baraja, por lo que la condición de baraja mezclada quedaba bastante establecida para el espectador.

    Encantado de tener esta minitertulia virtual contigo. Gracias por crítica positiva del artículo.

    Un abrazo.

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  4. Gracias Mariano por este "libro" sobre coberturas. Todos estamos de acuerdo .La clave de la cobertura es hacer una acción que desvía la atención de los espectadores QUERIENDO mirar hacia el otro lado.

    En una rutina de cubiletes, la carga final ocurre después de que el cubilete es levantado para revelar lo que hay debajo. En ese momento la audiencia QUIERE mirar lo que hay debajo, no lo que las manos están haciendo. Así, la carga se puede hacer de una manera lenta e insospechada.

    La mala cobertura ocurre cuando los espectadores sienten cuando se fuerza la mirada a alguna parte. Un ejemplo es señalar con del dedo. Acabas de hacer una deposito falso de una moneda y ahora señalas la mano que se supone contiene la moneda con el dedo. En lugar de desviar la atención se consigue justo lo contrario. Los espectadores intuyen que la moneda sigue en la misma mano, como al principio. Es mejor dejar la mano “sucia” relajada y la otra disimulando mover la "moneda" dentro del puño.

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