martes, 17 de mayo de 2011

La sesión de Magia - por Luis García




LA SESIÓN DE MAGIA
La distinción entre magia de cerca y magia de escenario siempre nos ha parecido ambigua y arbitraria. Basta con proyectar la mesa para tener un montaje escénico. Pero la diferencia entre la magia escénica como espectáculo y la magia íntima como experiencia, si establece dos visiones y dos formas de relación con los espectadores muy diferentes, que en los Mensajes aparecían claramente diferenciadas





1. LA MAGIA COMO ESPECTÁCULO

11. Necesita un montaje escénico costoso de adquirir y complicado de mantener. No digamos si la cosa va de grandes ilusiones.
2. El mago aparece como un actor del espectáculo y la relación con el público es puramente teatral. Puede ser un simple profesional que ni siquiera cree en la magia que hace, como el actor que interpreta un papel durante el tiempo que dura la actuación.
3. El ritual escénico no tiene un carácter secreto. Es una exhibición de habilidades con el objetivo de entretener al público
4. Existe siempre el “convenio teatral” por el cual el público sabe que la mujer que estan serrando no sufre daño físico, más si ya le han destripado el truco por televisión.
5. El mago siempre hace de mago. No puede transformarse. Sale, por así decir, transformado a escena.
6. La línea escénica es estricta, sin que el azar intervenga.
7. El mago debe responder a las expectativas de su púbico. No se trata de producir la experiencia mágica sino de divertir, entretener y como mucho, ilusionar… momentáneamente
2. LA MAGIA ÍNTIMA
1. El montaje escénico se logra con pocos medios
2. El mago vive el rito involucrando en él al espectador que participa convirtiéndose en aprendiz de mago.
3. El rito es secreto, único para cada sesión, y ese carácter secreto es esencial en la experiencia mágica.
4. No existe “convenio teatral”. Lo que sucede en la sesión de magia es real. El rito permite que el espectador cruce las puertas de la magia. Hay un cierto convenio inicial en el sentido de que el espectador desea la experiencia mágica y cede al mago la libertad de usar los métodos precisos.
5. El mago se transforma en su doble ante los ojos del espectador y esta “transformación” es el fundamento del rito mágico.
6. La línea escénica es muy amplia. Marca únicamente ciertos puntos claves en el comienzo hasta cruzar las puertas. El resto se debe a la improvisación del momento, ya que la reacción del espectador es imprevisible, especialmente si asiste por curiosidad.
7. El mago inicia una historia secreta con el espectador, que se produce fuera del tiempo y del espacio ordinarios, en el interior de la burbuja, en el dominio del tiempo mágico.

Concretadas las condiciones iniciales con el espectador y seguros de que desea participar en una experiencia mágica en la que pueden ocurrir cosa inexplicables e impredecibles, el rito mágico comienza con el cambio de forma. El Mago debe entrar en su Doble. Esta transformación puede apoyarse escénicamente en el vestuario de actuación y el maquillaje, que podría incluir máscaras y otros elementos no ordinarios y sugerentes.
El mago crea un espacio diferente, “la burbuja de la percepción”, mediante técnicas de inducción hipnótica, cambio de ambientación e introducción de objetos mágicos.
En una actuación convencional, el ilusionista profesional se convierte en el actor que interpretará el papel de mago. En una sesión de magia íntima el guía adopta su forma real de mago para acompañar al espectador en un viaje maravilloso: una sesión de magia no es interpretar Hamlet. Nadie puede pretender ser el Príncipe de Dinamarca sin caer en el ridículo.
Pero ser mago es algo que muchos han conseguido a lo largo de miles de años, desde que “los magos antiguos”, de los que habla Castaneda, crearon el pensamiento mágico y las técnicas que lo sustentan: la segunda atención, el control del cuerpo de ensueño, el manejo de las disposiciones del intento y el cambio libre del punto de enfoque, en las que se basan todos los chamanismos existentes.
El mago realiza algún efecto clásico de su predilección. Cada nuevo efecto carga progresivamente de energía oscura la burbuja de la percepción, modificándose en su interior el tiempo y el espacio, alejándose cada vez más del punto de enfoque ordinario. La estructura escénica está diseñada para lograr ese fin, ampliando la burbuja hasta envolver al espectador.
En estas condiciones la lectura de Tarot adquiere su verdadera dimensión como efecto mágico, ya que los símbolos parece que hablan directamente. El mago es como un espejo en el que se refleja la mente profunda del consultante.
De aquellas sesiones de magia, irrepetibles, ha surgido el concepto de línea escénica de la sesión de magia o camino estructurado por el que el mago conduce al espectador a través de una experiencia única e irrepetible.
Esta línea tiene dos partes, una clásica convencional y otra simbólica no estandar. En la primera realizamos unidades metafóricas, compuestas de juegos clásicos, con las que llevamos al espectador hasta las puertas de la magia, y con la segunda las rebasamos, entrando en el mundo de las imágenes de la memoria mágica de Giordano Bruno, donde adquieren pleno significado aquellos antiguos efectos como el Inconsciente Colectivo, el Cuerpo Etéreo o las lecturas simbólicas, que aun no disponían del instrumento de expresión adecuado.
El espectador puede reaccionar aceptando y disfrutando plenamente de la experiencia mágica o bien resistiéndose tratando de defender sus convicciones, pero ya es tarde. La mirada del mago lo ha atravesado, mientras permanece en el centro de la burbuja, al otro lado de las puertas, que el espectador tiene miedo a traspasar.
A veces el espectador al fin se entrega. Otras renuncia, fiel a una verdad que le obsesiona. En cualquier caso, el efecto mágico ya se ha producido. Pero este efecto es solo una de las vías de acceso a la experiencia mágica. Es, en definitiva, el resultado de una técnica. Una vez atravesada la línea que separa los mundos, el tiempo es mágico en su totalidad.
4. LA NO IGUALDAD DEL MAGO Y DEL ESPECTADOR
A veces, cuando el espectador, siguiendo ciertos principios que su domesticada razón le dicta, retrocede ante las puertas de la magia, la situación se vuelve deliciosa para el mago que contempla los nudos mentales del espectador desde su libertad soberana, fuera del mundo de las verdades absolutas.
El espectador aturdido intenta sonsacar:
¿y eso puede hacerlo cualquiera? ¿no hacen falta poderes especiales?
No, basta con hacerse mago
¿Y cómo se hace uno mago?, insiste el espectador.
Deseándolo.
Pero eso no es bastante.
No es inmediato, pero siempre se consigue si se intenta lo suficiente.
El espectador está atrapado, como Alicia con el gato que se transforma en sonrisa, y los juegos con el lenguaje pueden ser tan sorprendentes como un efecto mágico
¿Pero es verdad o no?
Es que yo no creo en la verdad, pero parece que tu si. Tienes que clasificarlo todo en cierto o falso y eso es una limitación muy grande.
Lo que quiero saber es si esto tiene truco
Eso debes decidirlo tu, que eres el espectador. Yo me limito a mostrarte la magia.
El espectador se da cuenta de que estamos jugando con el lenguaje. Entonces se le puede hacer una confidencia.
Verás, no existe un truco pero si hay un secreto.
La palabra “secreto” turba aun más la mente profunda del espectador. Entonces se le cuenta la historia de Fausto, el sabio adorador de la Verdad que siente la tentación de la magia e invoca al Espíritu, que aparece bajo el nombre de Mefistófeles.
El espectador está confuso, y como desconoce el lenguaje de los símbolos, todos sus reflejos están contenidos en los conceptos racionales que para el representan las palabras. No concibiendo la verdad como un símbolo variable en las órbitas temporales sino como una noción inmóvil y absoluta, no puede entender nada de lo que le sucede.
El mago concibe el lenguaje como un juego, sagrado en cierto modo, pero siempre algo con lo que se pueden hacer efectos mágicos, y si el espectador prefiere esa modalidad también se le ofrece como final de la sesión.
El mago y el espectador no son iguales. El espectador vive atrapado por la descripción del mundo que le han impuesto. El mago puede, utilizando su doble para entrar y salir del mundo del espectador, dominado por esa única descripción que el pensamiento racional tolera.
El mago crea el mundo a cada instante con su voluntad. Todo es distinto cada vez en el mundo del espejo.
El espectador está atemorizado, el mago no. El espectador cree en los mitos proclamados como la Razón, la Ciencia, el Progreso… que para el mago no son más que objetos con los que se puede jugar. El espectador solo se aproxima al mundo del espejo, el mago vive en él.
El mago no puede resolverle al espectador sus contradicciones. Solo puede verlas y predecir, aproximadamente, su evolución.
La mirada del mago atraviesa al espectador, pero la mirada del espectador solo se refleja en el mago, impenetrable, fuera del círculo de motivaciones que mueven inexorablemente al espectador hacia su destino.
LUNA DE MAYO 2011
Treinta años después, una primera formulación de la línea escénica de la sesión de magia se va a publicar en el primer volumen del Arte de las Cartas.
Ya nadie que tenga un pensamiento libre duda que la realidad basada en el mito del Progreso y la hipótesis del crecimiento indefinido es una pesadilla que conduce al desastre, sustentada en el genocidio y la impostura.
Ni los mismos poderes que imponen ese pensamiento lo dudan. De ahí la corrupción del sistema y la transformación de la utopía democrática de hace treinta años en la tiranía más despiadada que ha conocido la humanidad.
Por eso, una sesión auténtica de magia tiene hoy más fuerza renovadora que nunca, precisamente ahora que la magia tolerada se ha convertido en un divertimento inocuo para públicos infantiles.
Algunos impacientes luchan contra el Imperio utilizando su misma violencia, pero el Imperio sólo se derrumbará cuando sus súbditos se transformen interiormente, y esto es un proceso mágico que empieza con el despertar de la conciencia.
El problema está en que los esclavos actuales prefieren seguir siendo esclavos que transformarse en hombres libres en un mundo nuevo, desconocido e imprevisible. Por eso quieren una magia que les haga olvidar su realidad y no la que les obliga a recordar, a través de la experiencia mágica, que otras realidades son posibles.

(El Arte de las Cartas. Inminente publicación...)

5 comentarios:

  1. Interesante artículo de la sesión de magia y la lucha interna del espectador para someterse o revelarse ante la magia mostrada y la razón en la que estamos educados.
    Saludos

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  2. Quizás hubiera una tercera, mezcla de ambas, que sería la que se realiza de cerca en el pub y, aunque la intención del mago es la de realizar la sesión íntima y mística, no puede realizarla porque debe de moverse de grupo en grupo y no le da tiempo a llevar a ninguno de ellos hasta el umbral de la puerta que nos hablas. O piensas Luis que sí se les podría llevar de una manera más rápida. Gracias por tu artículo y un abrazo. Jaime (Pequi).

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  3. Yo creo que si se podría llevar la burbuja de mesa en mesa. Un pub solo es un recinto cerrado como otros muchos. El problema lo veo el el ruido, y desde luego, el mago debe llevar su mesa escénica (adaptada a las circunstancias, por supuesto). Poner un minúsculo tapete sobre una mesa grasienta o llena de vasos no vale. Se trata de imponer la burbuja mágica del mago, no que el mago se someta al desorden de los espectadores. Esto vale para pub y cualquier otra circunstancia.

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  4. Magníficamente interesante ¡y sugerente! El diálogo: maravilloso. Aunque pondré un pero (más que nada por eso de fomentar el intercambio de ideas y el diálogo) discrepo en cuanto a la diferenciación entre magia escénica como espectáculo y la magia de cerca como experiencia. Creo que la magia escénica puede ser espectáculo y/o experiencia y la magia de cerca espectáculo y/o experiencia también. Y que está en el ilusionista elegir hacia donde dirige el barco en base a su destino (la concepción mágica).

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  5. Estoy de acuerdo en que tanto la magia de cerca como de escenario puede ser espectaculo o esperiencia y que el destino del barco lo escoje el "capitan-guia" el cual debe de tener muy claro si es MAGO o ilusionista, el problema reside en no tenerlo claro, cosa que es mas frecuente de lo que parece.

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