jueves, 26 de enero de 2012

La preguntita (carta abierta a Mariano Vílchez) - por Luis Arza

                                   
Con el permiso de Mariano y siendo este tema uno de los pocos “desencuentros mágicos” y  motivo de magnificas e interminables tardes-noches de tertulia, queremos compartirlo con todos los tertulianos para conocer vuestras opiniones.

Amigo Mariano: como ya sabes soy fiel seguidor de todos tus artículos tanto en este blog como en el de TEORÍA MAGICA ESTRUCTURAL en el que tan brillantes artículos te dignas a compartir con la comunidad mágica.



Sin embargo, en varios de estos artículos observo tu costumbre de preguntar la opinión sobre el efecto al espectador (tanto a nivel emocional como estructural) con el “honorable motivo” de conocer los “puntos débiles” del efecto y mejorarlos. Y ahora yo te digo ¿No crees que es peor el remedio que la enfermedad?

Tanto con la “idea metafórica”, la psicología que aplicamos, como las “técnicas manipulativas” y aún sin diferenciar el fin buscado, sea éste magia, ilusionismo o puzle, hay algo que debemos conseguir y es que muestro espectador  NO PUEDA REBOBINAR EL EFECTO.

Desde mi punto de vista y siendo bien conocido cual es mi fin, considero que hacer esa pregunta es “invitar” al espectador a REBOBINAR  y cuando el espectador REBOBINA lo hace desde esta nueva realidad de la pregunta, que no es precisamente aquella en la que se encontraba cuando presenció el “acto mágico”, con lo cual interpreto que la respuesta que te da no es muy fiable para sacar conclusiones, aparte de que te has cargado parte de la atmósfera mágica.

Además, por un motivo u otro, tanto el más escéptico espectador como tu mejor amigo nunca dice del todo la verdad. Cosa distinta es cuando espontáneamente da su opinión. ¡Eso ya es otra cosa! De esas opiniones y haciendo la “criba necesaria”, según quién,  cómo y por qué te la da,  se sacan conclusiones interesantes.

También creo que esas cosas se “viven”, como magos, en el transcurso del acto mágico y  que, por tanto, somos nosotros, como magos autocríticos, quienes podemos, a través de esta vivencia, encontrar respuestas a los que no podríamos llegar de ninguna otra forma.

Espero que este otro punto de vista sea motivo de distintos comentarios que echarán leña al fuego de mis tertulias con Mariano.

3 comentarios:

  1. No todas las opiniones tienen la misma validez y como dices en la carta se debe hacer una muy selecta criba antes de sacar conclusiones de lo que te dicen.
    Yo no creo que sean oportunas ese tipo de preguntas a los espectadores pues sirven para poco las respuestas encontradas

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  2. A mi me parece necesario conocer las impresiones de los espectadores profanos. Es cierto que el mago puede sentir el impacto que sus juegos han hecho en la mente de los espectadores solamente por sus gestos de asombro, su actitud o su aplauso, pero si queremos ir un poco más allá deberemos saber lo que piensan de una manera más concreta.

    El problema de que el espectador acabe rebobinando porque hablemos sobre el juego no creo que lo solucionemos por dejar de preguntarles. ¿Acaso los espectadores no hablan entre ellos tras asistir a una sesión de magia? ¿No rebobinarán igualmente estemos o no presentes en esa conversación?

    Creo que muchas veces las opiniones de los profanos serán más reveladoras, puesto que los magos muchas veces nos centramos en detalles técnicos que en la mayoría de los casos pasan inadvertidos por los profanos. Otro problema es que los magos nos solemos sentir atraídos por los juegos que nos sorprenden o llegan a engañar nuestra "mente de magos", o sencillamente nos gusta un juego porque por algún motivo nos atrae su técnica, la originalidad de cierto gimmick o cualquier cosa que no existe para los profanos.

    Por último me gustaría felicitar a los artífices y colaboradores del blog, así como a todos los que participan en los debates que se plantean. Es una suerte enorme contar con un lugar como este en la red.

    Un abrazo para todos.

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  3. Obviamente esta práctica de tantear al espectador y preguntar tras el efecto la he hecho en circunstancias muy informales e íntimas actuando, digamos, en modo "laboratorio", nunca en una actuación formal, donde obtengo el feedback de otros modos, tal y como apunta Luis.

    Además cuando estoy en modo laboratorio, no sólo indago sobre la resistencia al análisis de los juego, sino sobre el recuerdos de los mismos, la claridad con que se han entendido, aquellos que suscitan más curiosidad en cuanto a cómo se han conseguido, aquellos que más los han tocado interiormente. A veces la conversación posterior aún en estas circunstancias informales puede ser mágica, ya que puede derivar sobre cuestiones de magia verdadera en la vida cotidiana del espectador. Enfin
    que son muchas las ventajas a mi juicio.

    Creo sinceramente que sólo preguntando con sutileza para que la gente se sincere (dando por hecho ciertas verdades cómo que saben la trampa), se llega a cierto conocimiento de la realidad de la percepción del espectador.

    Si sólo nos fiamos de nuestras impresiones, podemos equivocarnos ya que el ser humano tiende a autoengañarse. No podemos leer la mente de gente. Sólo con la experiencia y la investigación podemos aproximarnos a la idea de lo que realmente ocurre en la mente de los profanos.

    Cuántas veces he asistido a actuaciones de magos aplaudidos y satisfechos por sentir que han impactado y fundido los plomos de los espectadores y, al salir de la misma, amigos y conocidos profanos me han destripado todo el show. Es normal autoengañarse en el mago. Incluso cuando ensayamos ante el espejo, tendemos a entrecerrar los ojos en el momento del pase para verlo perfecto o no verlo.

    A menudo el que no pregunta es porque tiene miedo de la respuesta.

    Gracias por los comentarios.

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