Una de mis primeras
experiencias iniciáticas surgió cuando, siendo yo niño, comencé a sumergirme en
las páginas de poemarios de diversos autores y estilos. En muchos de ellos
presentí, bajo mi perspectiva subjetiva, el flujo de lo inconsciente. El predominio de imágenes rescatadas de los espacios
atemporales del espíritu moldeadas con la imprecisión de palabras llenas de
significados, palabras desdobladas de los rigores del lenguaje. Desde entonces
la poesía ha sido esencial en mi percepción global de la realidad.